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Un juez indaga una supuesta agresión a un preso en la cárcel de Brians 2

La familia del interno asegura que los funcionarios lo maltratan y Justicia lo niega

Carlos Orquín
Dos reclusos de Brians 2 durante la hora de ejercicio físico.
Dos reclusos de Brians 2 durante la hora de ejercicio físico.Susanna Saez

La madre de un preso de Brians 2, María José Alarcón, ha denunciado al centro penitenciario por una agresión a su hijo, Jesús Rodríguez de 23 años, que atribuye a los funcionarios. La denuncia ha sido admitida a trámite por el juzgado de instrucción número 7 de Martorell (Barcelona), que ha pedido al centro un informe sobre lo sucedido. El Departamento de Justicia de la Generalitat niega que los trabajadores de la prisión hayan cometido irregularidades.

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Los hechos tuvieron lugar el pasado 11 de agosto. Según la versión de Alarcón, su hijo se defendió en el patio del centro de un intento de apuñalamiento por parte de otro recluso. Ambos se enzarzaron en una pelea y siete funcionarios intervinieron para reducirles. Rodríguez, que tiene una discapacidad del 40% por transtorno mental, fue llevado a una sala sin cámaras donde los funcionarios le propinaron una paliza y con la identificación tapada, siempre según la versión de la madre.

La prisión decretó 28 días de sanción en un módulo de aislamiento y —según su relato—, le retiró la comida, la bebida y la medicación durante dos días. “Nos lo encontramos lleno de hematomas y moratones que evidencian que no es una simple reducción”, reza la denuncia que interpuso ante el juzgado de vigilancia penitenciaria. Rodríguez cumple una condena de siete meses por acumulación de faltas, como impagos de multas y desobediencia a agentes, desde el pasado marzo.

“Mi hijo tiene que pagar por lo que ha hecho pero no se puede permitir que le traten así”, cuenta Alarcón. Explica que desde el principio del cumplimiento de condena, su hijo comenta que los funcionarios insultan y tratan mal a los presos. “No me lo creía al principio pero, poco a poco, he ido viendo cosas raras y ya esto ha sido la gota que colma el vaso”, explica. La madre relata un sinfín de agravios más, por lo que decidió denunciar tres días más tarde y desde entonces ha iniciado una campaña en las redes sociales ante las quejas similares que según ella tienen otras familias.

Una portavoz del Departamento de Justicia de la Generalitat asegura que estos hechos son mposibles en Cataluña hoy en día. Las mismas fuentes confirman que la pelea se produjo y que el centro realizó hasta cuatro informes médicos sobre el preso durante ese día, pero que sus resultados, que no desvelan, no coinciden con la versión que da la madre. “Muchas veces las mujeres o madres de los presos exageran las cosas porque ven a sus maridos o hijos en una situación que no querrían, pero si hay una investigación judicial se verá que no tiene recorrido”, añade la portavoz.

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Por ahora, el juzgado de instrucción número 7 de Martorell ha admitido a trámite la denuncia y ha abierto diligencias previas en el que solicita al centro penitenciario que realice un informe sobre lo que sucedió el día de la pelea en el patio.

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, denunció en 2013 que en el mismo centro penitenciario se produjeron maltratos por parte de los funcionarios. El Síndic basó sus conclusiones en un informe de la Autoridad Catalana para la Prevención de la Tortura —un organismo de la Generalitat que ahora se llama Mecanismo catalán para la Prevención de la Tortura—. Ribó dijo que se le podía otorgar un "grado elevado de credibilidad" a la veintena de denuncias por maltratos enviadas por los presos de la cárcel de Brians 2. En aquel informe ya se aludía a que los funcionarios aprovechan las zonas "oscuras" —aquellas que no cubren las cámaras— para agredir a los reos.

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Sobre la firma

Carlos Orquín
Periodista especializado en política, trabajó en la redacción de Barcelona de EL PAÍS y, después, en diferentes proyectos de televisión -en La Sexta, TV3, La2-, y radio en SER Catalunya. Actualmente, concentrado en la comunicación institucional y política, lo que compagina con comer a tiempo completo y escribir a tiempo parcial en El Comidista.

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