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SANDRA GÓMEZ | Concejal de Seguridad Ciudadana de Valencia

“Valencia tiene un problema con el botellón porque no se ha hecho nada”

La concejal de Seguridad Ciudadana de Valencia asegura que uno de los problemas en la capital es casar el ocio nocturno con el descanso de los vecinos

Cristina Vázquez
La concejal socialista Sandra Gómez.
La concejal socialista Sandra Gómez.

Es agosto y Valencia va a medio gas. La socialista Sandra Gómez, concejal de Seguridad Ciudadana en la coalición que gobierna la capital, ha estado durante una semana de alcaldesa en funciones. “Siempre es más trabajo pero la verdad es que lo he disfrutado”, advierte. Este año, entre las elecciones, la constitución del Gobierno municipal y la toma de posesión de su departamento, desconectará una semana. A pocos días de tomarse un merecido descanso, Gómez hace balance de estos dos escasos meses de gestión.

Pregunta. ¿Qué puntos negros en materia de seguridad tiene Valencia?

Respuesta. Valencia no tiene un problema de seguridad ciudadana. La gente no tiene la sensación de que vive en un lugar inseguro. Los problemas más acuciantes son los referidos a la convivencia, sobre todo la nocturna; casar el ocio con el descanso de los vecinos. Todo el mundo tiene derecho a divertirse, a salir y pasarlo bien pero también hay que garantizar el descanso en determinadas horas. El anterior Gobierno municipal dio la espalda al problema y se descuidó todo lo relacionado con la vigilancia de horarios de locales de ocio nocturno, la contaminación acústica o los microbotellones que se han extendido por la ciudad.

P. ¿Cómo de grave es la práctica del botellón en Valencia?

R. Es prácticamente imposible controlarlos todos porque cuando asignas dos fines de semana seguidos a un policía en el parque donde se organiza uno, al tercero el grupo se va al parque de al lado. Antes existía el fenómeno de los macrobotellones, el de Mestalla, el de los Naranjos o el de la playa, que todavía existe. Al haber un marcaje tan fuerte, los jóvenes se han dispersado por todos los barrios de Valencia y no hay asociación de vecinos con la que me haya reunido que no se haya quejado de un botellón en su zona. En la playa, la Cruz Cuybiera, Ciudad Jardín, en la Finca Roja, en Torrefiel… Hay dos opciones: o dejamos hacer o nos arremangamos y buscamos una solución, y yo estoy por la segunda.

P. ¿En qué medidas piensa?

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R. Es un problema complicado que no se soluciona exclusivamente con policía. Queremos un acuerdo global, por eso crearemos una mesa donde se sienten la federación de ocio nocturno, la asociación de vecinos y el consejo valenciano de la juventud. Habrá que echarle imaginación y buscar entre todos soluciones. Este Ayuntamiento ha hecho mal no ofreciendo alternativas de ocio a los jóvenes. No se ha fomentado el ocio, las alternativas culturales o los espacios públicos destinados a ellos. En otras capitales españolas los hay. Valencia necesita un espacio para que los jóvenes hagan más cosas no sea solo beber. Actualmente la alternativa es salir a una discoteca y beber, que no tenemos nada en contra, pero vamos a ofrecer más posibilidades de ocio. Valencia tiene un problema con el botellón porque durante años no se ha hecho nada.

P. ¿Y las quejas de los vecinos por el bullicio nocturno en verano?

R. Hay que concienciarse que si se tiene una licencia de restauración, tengo que recoger la terraza a la una de la madrugada, un horario aceptable para todos. Lo que no puedo pretender es querer ser un pub si lo que tengo es una licencia de restauración. No se puede alargar el horario de la terraza hasta las tres de la madrugada. Es una cuestión de responsabilidad por todas las partes. No podemos aceptar que determinadas zonas y locales de Valencia se hayan descontrolado; todos tienen que respetar la ley.

P. Faltan siete meses para las Fallas, otra patata caliente para su concejalía, ¿cómo las afronta?

R. Aún no hemos hablado de las Fallas pero este Gobierno municipal se caracteriza porque todos los concejales estamos en contacto. Yo me reúno todas las semanas con el concejal de Actividades, Carles Galiana y hacemos un seguimiento. Antes estuvieron prácticamente 24 años sin hablarse. La policía tiene que ir de la mano de los servicios de inspección y expediente sancionador. Una ciudad en fiestas es para disfrutarla pero también respetando al resto. Uno de los problemas que me ha trasladado la Policía Local es la falta de coordinación. Las concejalías afectadas estaremos en permanente contacto.

P. Los vecinos se quejan de que la Policía Local se concentra en el centro mientras el resto de barrios está desatendido. ¿Comparte el diagnóstico?

R. Si, si lo comparto en determinados casos. Hay un exceso de celo en determinados monumentos históricos o zonas de Valencia y otras que están poco cubiertas. En La Lonja, por ejemplo, había botellón y tenía poca vigilancia. En la catedral, por el contrario, había siempre dos agentes, que no digo que sobren. Vamos a equilibrarlo todo. Queremos reforzar la policía de proximidad para que, más que sancionar, asista, ayude y medie en los barrios. Necesitamos más agentes y una estructura menos envejecida. Buscaremos una presencia más equilibrada de la policía, aunque hay casos y casos. Mucha gente cree injusto que nos volquemos en El Cabanyal y piden lo mismo. Pero es que El Cabanyal tiene un problema de convivencia brutal y el barrio de Barona, también. Hay que implicarse.

P. En Madrid se está aplicando la ordenanza de prostitución y se multa a los clientes. ¿Cómo va la ordenanza en Valencia?

R. El problema de las prostitución estaba bastante focalizado en Velluters. Me reuní con los vecinos porque hay problemas sanitarios y de higiene. Pero no, no es como la calle Montera en Madrid o las Ramblas en Barcelona. Creo que ahí la Policía Local ha hecho muy buen trabajo los últimos años y ha conseguido erradicar la prostitución de la calle. Todo hay que hablarlo y repensarlo pero creo que las cosas funcionan bastante bien.

P. Ya que lo menciona, ¿funciona el plan de choque en El Cabanyal?

R. Hemos desmantelado varias chatarrerías en edificios municipales o en propiedades privadas con el permiso de los dueños. En los alquilados solo podemos denunciar porque existe una ley, unos derechos fundamentales y unas garantías jurisdiccionales que cumplir. Las chatarrerías son actividades ilegales que generan problemas de salubridad y los vecinos no tienen por qué vivir rodeados de basura.

Luego están las ocupaciones ilegales para hacer fiestas y cosas parecidas porque el barrio era jauja. El PP dejó que se degradara el barrio y hay que decirlo. Han dejado que venga gente y ocupe ilegalmente las casas porque eso degrada la zona y hace que los vecinos se vayan. Las ocupaciones ilegales puntuales están disminuyendo por la constante presencia policial. Ahora bien, ¿qué pasa con las familias que han ocupado otras casas? Intentaremos dar una solución social, digna y decente, que permita vivir a la familia pero no vamos a permitir guetos. Tampoco los vamos a tirar con una mano delante y otra detrás. Estamos buscando una solución proporcional. No se pueden dejar las cosas como están. Por último, estamos persiguiendo el trapicheo de la droga.

P. ¿Pone la policía muchas multas de tráfico?

R. Una medida que nos ha dado buen resultado es publicar la localización del radar. Hemos detectado que solo un 3% de los conductores infringe los límites de velocidad en las avenidas donde hay instalado un radar. El hecho de que los conductores conozcan su localización hace que levanten el pie del acelerador, que es lo que queremos para reducir los accidentes en esos puntos. Además genera recuerdo y los conductores reducen la velocidad cuando pasan por los puntos donde ha estado instalado el radar.

P. ¿Qué política llevará Valencia con los manteros? Los incidentes en Cataluña han sido graves.

R. En Barcelona ha habido mucho follón. Los puestos de pequeña artesanía no molestan a nadie, ahora bien, con los manteros que venden falsificaciones tenemos que cumplir la ley. Las falsificaciones son un delito, una actividad ilegal que hay que denunciar para proteger al comercio que paga sus impuestos.

P. Hubo un tropiezo entre dos concejalías del Gobierno municipal a cuenta de si la Policía Local era o no machista. ¿Qué pasó?

R. Bueno Isabel [Lozano, concejal de Igualdad] ya se disculpó. La Policía Local no es machista, cualquier generalización es negativa y te quita razón. En la Policía Local tenemos la unidad Gama, que está muy implicada contra la violencia de género, por eso no es justo. Tampoco hay que hacer sangre, mi compañera ha rectificado y eso le honra. En cuestiones así me doy cuenta de que no se ha cuidado la imagen de la policía y quiero invertirlo.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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