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Más de 195.500 catalanes residentes en el extranjero podrán votar el 27-S

En 2012 tan solo un 5% de los que solicitaron el voto rogado pudieron ejercer su derecho

Llegada del voto por correo para efectuar su recuento.
Llegada del voto por correo para efectuar su recuento.EFE

Las elecciones catalanas del próximo 27 de septiembre convocarán a las urnas a más de 5.510.700 ciudadanos, de los cuales 195.533 podrán ejercer su derecho a voto desde el exterior —voto rogado—, 39.000 más que en las anteriores elecciones al Parlament de 2012. De los 156.000 catalanes llamados a las urnas en 2012 tan solo un 5% pudo hacer efectivo su derecho a voto según datos de la Federación Internacional de Entidades Catalanas.

Y, es que, desde 2011, para poder ejercer el derecho a sufragio todos los residentes en el extranjero tienen que cumplir una serie de requisitos como inscribirse en el Censo de Electores Ausentes (CERA). Una vez registrados los residentes en el extranjero tienen que pedir su voto a las Oficinas del Censo Electoral correspondiente, una solicitud que se puede realizar tanto por internet como correo ordinario o fax, siempre dentro de los plazos establecidos por la ley. En el caso de las próximas elecciones del 27-S este plazo comenzó el 4 de agosto y terminará el día 29. Aunque cumplir con estos requisitos que no garantizan que finalmente se pueda ejercer el derecho a voto.

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Los residentes en el extranjero pueden solicitar dos modalidades de sufragio: o bien por correo interno, enviando el voto a las embajadas —antes del 22 de septiembre —, o bien de manera presencial acercándose a embajadas o consulados los días habilitados para votar — 23 y 24 de septiembre —.

Andrés Catalá (34) reside en Estados Unidos y fue uno de los catalanes que en 2012, a pesar de haber cumplido con todas las condiciones requeridas, no pudo votar en las elecciones al Parlament. “A pesar de haber emitido mi solicitud, tanto por fax como por correo, el pasado 22 de octubre —las elecciones se celebraron el 25 de noviembre— a día 17 de noviembre mis papeletas todavía no habían llegado”, asegura Catalá.

De haber llegado las papeletas a tiempo Catalá explica que aun hubiera tenido la posibilidad de ejercer su derecho a voto, pero para ello tendría que haberse desplazado hasta el consulado de Nueva York — cuatro horas ida y vuelta desde su lugar de residencia— o hasta la embajada de Washington — seis horas de viaje—. "Lo divertido es que si me diera gastar los 20-40 dólares que cuestan los viajes para poder meter la papeleta en la urna, nadie me garantizaba que las delegaciones diplomáticas hubieran estado abiertas, ya que al día siguiente era festivo en Estados Unidos", comenta indignado.

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El caso de Catalá es solo uno de los cientos que recibieron los miembros de Marea Granate. Su portavoz, Elia Carceller, asegura que son muchos los problemas con los que se encuentran los residentes en el extranjero. “A la falta de información cuando nos dirigimos a la administración, hay que sumarle la inaccesibilidad de los consulados. En muchos casos hay que desplazarse a otra ciudad porque en el consulado más cercano hay residentes a los que no se les permite realizar el registro por correo”, asegura Carceller.

A estos problemas también añaden el plazo de una semana establecido por la ley para poder solicitar el voto, un plazo que aseguran no es suficiente ya que en ocasiones coincide con festivos en los países de destino. “Una vez has superado todas las pruebas para solicitar el voto, en casi un 40% de los casos las papeletas no llegan a tiempo” añade Carceller.

Todos estos problemas han sido recogidos por el diputado de Convergència Jordi Xuclà, que el pasado lunes presentó una serie de preguntas en el Parlamento para evitar que se repitiera el "fiasco" de 2012. Para el convergente el sistema actual, aprobado por el PSOE y el PP con la ayuda de CiU, esta ley es demasiado restrictiva y pone demasiadas pegas a los residentes en el extranjero para poder votar. "Lo principal es que en las embajadas estén informadas del funcionamiento de este sistema para que no se den los problemas de 2012, que en su gran mayoría vinieron por la falta de preparación de los funcionarios sobre la nueva ley del voto rogado". Además Xuclá también pidió al gobierno que las embajadas trabajen al 100% durante el mes de agosto para poder atender todas las peticiones de voto exterior. 

Xuclà asegura que desde Convergència esperan no tener los mismos problemas que en 2012, pero también asegura que "en caso de que las embajadas o los consulados pongan impedimientos a nuestros votantes no tendremos ningún problema en ponernos en contacto con cada embajada de cada país".

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