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TERCERA DE LA FERIA DE AZPEITIA

Los de Pedraza merecieron mejor trato

Un toro fue premiado con la vuelta al ruedo y Juan del Álamo y López Simón cortaron una oreja.

Javier Castaño toreando al cuarto toro, premiado con la vuelta al ruedo.
Javier Castaño toreando al cuarto toro, premiado con la vuelta al ruedo.ALVAROSUSO

Un día más, los toros fueron el brillo de la tarde en Azpeitia. Pedraza de Yeltes abrió la tarde recogiendo el premio de la feria del pasado año al mejor toro y tardó una hora en refrendar ese galardón. Salió el cuarto, Burreñicio, con el número en los costillares y 590 kilos de peso; apuntó su condición en el saludo a la verónica de Javier Castaño, quien no tardó en ponerlo de largo al caballo. El colorado empujó y derribó en el primer encuentro y volvió a acometer con fuerza en el segundo puyazo, al que fueron incapaces de colocar en condiciones y acudió al relance.

Tercera corrida

Alvaro Suso

Seis toros de Pedraza de Yeltes, bien presentados, entre los que destacó el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo.

Javier Castaño, estocada tendida y descabello (silencio) y pinchazo, estocada y descabello (saludos).

Juan del Álamo, metisaca y estocada tendida (oreja) y metisaca y estocada (saludos).

Alberto López Simón, estocada (oreja) y estocada haciendo guardia, casi entera, media, cuatro descabellos, estocada corta y descabello (silencio tras dos avisos).

Saludaron en banderillas Ángel Otero, en el primero, y Domingo Siro en el segundo. Azpeitia. Dos tercios de entrada.

Y llegó la muleta, con pases hondos, largos, con una embestida interminable, en la que el torero ponía la franela y el toro la perseguía sin descanso. Hubo temple y transmisión, pero cuando el animal exigió un paso más al torero, éste no fue capaz y la faena cayó hasta acabar desdibujada y firmada con el fallo a espadas. Vuelta al ruedo al toro y una ovación para Castaño que apenas enjuagó su pena saludando desde el tercio. Otro buen ejemplar le cayó en suerte a Juan del Álamo y tampoco lo aprovechó como merecía. Fue el segundo de la tarde y las buenas tandas de derechazos y algunos naturales sueltos le sirvieron al salmantino para cortar una oreja que ocultó lo que debió ser un triunfo de peso. Alberto López Simón demostró su buen momento, su valor y decisión, pero quizás fueran esas virtudes las que le llevaron a estar demasiado encima de sus enemigos y no darles la distancia adecuada.

A series atropelladas les puso buenos broches con trincherazos y cambios de mano de buen sello. En el tercero mató bien y tocó pelo, pero en el sexto escuchó dos avisos y a punto estuvo de repetirse el cierre del año anterior en Azpeitia con un toro al corral. No habría sido justo broche para una feria seria, de alto nivel ganadero y con matadores dispuestos a jugárselo todo. Dos acabaron en el hospital, Paulita y Pérez Mota; Juan Bautista, Juan del Álamo y López Simón cortaron una oreja y el triunfador será Sergio Serrano, que salió en hombros en la primera tarde. Pero un año más los emocionantes cuadris, la clase de los de Ana Romero y los bravos ejemplares de Pedraza fueron el eje de los comentarios de los tendidos de la coqueta plaza guipuzcoana. Sin el toro la fiesta no vale nada y Azpeitia es un perfecto exponente de esta sentencia.

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