Detenido el holandés herido de bala en el tiroteo de la Rambla
El acusado es miembro de una banda de moteros dedicada al tráfico de drogas
Ayer, en la habitación del hospital, se le comunicó que estaba arrestado tras comprobar —una vez que se le recogieron las huellas dactilares— que se trata de Jori Sven van Zanten. No era ruso, sino holandés, y sobre él pesaba una orden de busca y captura de Interpol por participar en un tiroteo en la ciudad holandesa de Eindhoven.
Van Zanten fue uno de los cabecillas de un grupo de moteros holandés denominado No Surrender. Se trata de una banda organizada dedicada a diversos negocios delictivos relacionados, sobre todo, con el tráfico de drogas, aunque también de armas, la extorsión, previo pago de terceros, y los robos.
Acusado de homicidio
El holandés fue acusado en 2013 de matar a su novia, pero la fiscalía de su país consideró que no había suficientes pruebas para incriminarle. El ministerio público cerro el caso asegurando que la muerte fue consecuencia de un suicidio. Los familiares de la fallecida jamás creyeron en la inocencia de Jori Sven. El 4 de octubre de 2014, el ahora herido por arma de fuego protagonizó un tiroteo contra una banda motera rival, los Satudarah. Entonces nadie resultó herido. Una cámara de seguridad le grabó disparando y los agentes de la policía holandesa sospechan que Jori Sven huyó precipitadamente del país. Creían que el acusado, que había sido militar, se había fugado a Marbella (Málaga).
El pasado martes, el enigmático pistolero disparó tres veces contra Jori Sven y el hombre que le acompañaba frente al hotel, un ciudadano británico al que no alcanzó ningún tiro. Los Mossos d’Esquadra creen que el motivo de la agresión se debe a un ajuste de cuentas, entre delincuentes, por conflictos relacionados con el tráfico de drogas.
El individuo inglés, que se cortó al atravesar la puerta de cristal del hotel para huir del agresor, declaró el pasado miércoles como testigo ante los Mossos. Tras tomarle declaración quedó en libertad, en principio, sin ningún cargo, a la espera de aclarar todos los detalles de lo sucedido.
