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La nueva cárcel de Tarragona se abrirá en noviembre

La Generalitat paga cada mes un alquiler a la constructora Comsa Emte por la prisión

Entrada de la nueva cárcel de Tarragona, situada en El Catllar.
Entrada de la nueva cárcel de Tarragona, situada en El Catllar.JOSEP LLUÍS SELLART

Tras tres años cerrada y desocupada, ya hay día de inauguración para la cárcel de Mas d'Enric, en el municipio de El Catllar. El consejero de Justicia, Germà Gordó, ´ha anunciado hoy que la última semana de noviembre será cuando los primeros reclusos empiecen a ocupar las celdas del nuevo centro penitenciario de Tarragona. El traslado de los presos se realizará muy probablemente a partir del día 27. La nueva prisión multiplica por cinco la capacidad de la antigua cárcel de Tarragona, que seguirá como centro abierto.

Gordó ha puesto de relieve que en las últimas semanas se han acelerado los trabajos que estaban pendientes para poder desencallar la puesta en funcionamiento de la prisión. Se trata de la adecuación de los viales que dan acceso al centro y de una inversión de 700.000 euros para construir una depuradora provisional.

La apertura del presidio, que inicialmente se había previsto para el primer semestre de 2012, terminará con la incómoda situación que venía arrastrando la Administración catalana, obligada a pagar más de un millón de euros al mes por una instalación de la que no sacaba ningún provecho.

El modelo catalán se basa en que una empresa se hace cargo de la obra y la Administración le abona un canon en concepto de alquiler. El Departamento de Justicia paga la cuota mensualmente a la constructora Comsa Emte tanto si la cárcel está operativa como si no.

Mas d'Enric consta de nueve módulos repartidos en 65.000 metros cuadrados y tiene capacidad para 1.020 reclusos. El complejo penitenciario está armado con fuertes medidas de seguridad y cuenta con instalaciones pensadas para incentivar la rehabilitación de los internos. En este sentido, hay aulas para que los presos puedan llevar a cabo actividades de formación, también se ha previsto un espacioso salón de actos para hacer teatro y ver películas y en los patios destacan varias pistas de deporte. Desde los ventanales de la biblioteca se divisa la vistosa piscina de 25 metros donde jamás, según han precisado fuentes de la Generalitat, coincidirán los internos varones con alguna de las 64 mujeres que estarán reclusas en el centro.

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