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La Ciudad de la Luz no encuentra comprador por un tercio de su coste

Un consorcio internacional fue el único interesado a media hora del cierre de la subasta

Rodaje de la secuencia del tsunami en la película 'Lo imposible', de Juan Antonio Bayona, en el tanque acuático de los estudios Ciudad de la Luz.
Rodaje de la secuencia del tsunami en la película 'Lo imposible', de Juan Antonio Bayona, en el tanque acuático de los estudios Ciudad de la Luz.EL PAÍS

De nada han servido los elogios a sus modernas y preparadas instalaciones de exitosos cineastas como Ridley Scott o J. A. Bayona. La subasta de la Ciudad de la Luz, el ruinoso proyecto de la Generalitat Valenciana para crear un Hollywood en Alicante, ha quedado desierta. La única oferta recibida fue ayer desestimada, después de que el consejo de administración del ente abriera ante notario el sobre con la propuesta, presentada media hora antes de que venciera el plazo la pasada semana. Se trata tan solo de una declaración de intenciones de la sociedad francesa Adventure Entertainment Cos, que pide reunirse con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y explicar su proyecto para este complejo. La Comisión Europea obliga a desinvertir en él a la administración valenciana, por considerar sus ayudas públicas competencia desleal.

La oferta de la sociedad francesa, con sede en la localidad de Cugnaux, “ni se ajusta al pliego de venta ni parece seria”, confirman desde la Generalitat. Son apenas tres folios escritos en francés en los que se muestra un interés por los seis platós ubicados en Alicante. Los franceses anuncian que en 120 días estarían en condiciones de presentar un proyecto final para unas instalaciones que costaron al Gobierno valenciano 274 millones de euros.

El precio inicial de la subasta ascendía a 94,4 millones (alrededor de un tercio de lo que costó) por todo el complejo, pero también existía la posibilidad de ser vendido hasta en seis lotes, cuyo valor de salida oscilaba entre los 23,4 y los 5,7 millones. En los próximos quince días la administración deberá organizar una nueva puja. Desde su convocatoria, los interesados podrán presentar sus ofertas en el plazo de un mes. Se les permite concurrir con la cuantía que consideren y la Generalitat solo podrá negarse a vender si las ofertas no superan el 20% del precio original de licitación.

Un derroche con efectos especiales

Inauguración, 2005. Tras su apertura, el complejo albergó durante una década unas 60 producciones: Astérix en los Juegos Olímpicos, Prometheus, Tetro, Lo Imposible, El camino de los ingleses…

274 millones malgastados. El coste de su gestión rozó los 300 millones: solo pagar a sus directivos durante una década costó 22 milllones. En cuatro años, dos de sus responsables gastaron 152.000 euros en dietas. Entre 2004 y 2010 tuvo pérdidas por 84 millones.

Denuncia en 2007. Varios operadores cinematográficos europeos denunciaron las ayudas públicas recibidas por el centro. En julio de 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró ilegales esas subvenciones.

La subasta es fruto de la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea en julio de 2014. Según el fallo, la construcción y las subvenciones concedidas a los distintos rodajes son ayudas de Estado que trastornan la competencia del sector. Así lo denunciaron otros estudios de países de la Unión Europea, entre los que se encuentran los históricos Pinewood, que trasladaron las aventuras de James Bond a la gran pantalla, o los alemanes Badelsberg, en los que actualmente se rueda la serie Homeland.

La Ciudad de la Luz fue diseñada por el arquitecto Gary Bestien, especialista en este tipo de edificaciones. Y contiene una infraestructura singular, como es la enorme piscina en la que se rodó el tsunami de Lo Imposible (dirigida por Bayona), que requirió de 27 millones de litros de agua para reproducir la gran ola que asoló el océano Índico en 2004. El tanque costó casi cuatro millones y ahora está vacío.

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Hollywood

El interés estadounidense también se dejó sentir en este complejo de panorámicas vistas al mar situado a las afueras de Alicante. La sociedad Cinemar, fundada por gente vinculada a grandes figuras del cine como los directores Francis Ford Coppola o George Lucas, estudió lanzar una oferta. La climatología del lugar, a ojos de los norteamericanos, recuerda a la que se disfruta en las colinas de Hollywood. La cadena de televisión NBC también preguntó. El proyecto atrajo incluso a representantes de grupos rusos y chinos, aspirantes a convertir este paraje en un complejo de casinos al estilo de Las Vegas. No es descartable que en la segunda subasta todos estos grupos vuelvan a interesarse por el lugar. Terra Mítica, otro de los grandes proyectos de la Generalitat, auspiciado por el expresidente Eduardo Zaplana, se vendió por 65 millones de euros a la firma privada Aqualandia, cuando costó más de 350 millones.

La mala gestión de La Ciudad de la Luz se escenificó en la batalla legal entre la Generalitat y Aguamarga, gestora del complejo hasta su salida. Según esta, se dejaron de rodar hasta 20 películas, entre ellas, La vida de Pi, de Ang Lee, por estos problemas.

Último intento de negociar con Europa

El sueño del director de cine Luis García Berlanga acaba como si se tratara de uno de sus guiones: un quilombo de irregularidades financieras

y pleitos con un trasfondo político que recuerda a ácidas denuncias del poder filmadas por el valenciano. Su idea de crear unos estudios en una provincia bendecida por el sol la asumió el gobierno de Eduardo Zaplana y se convirtió en uno más de la ristra de desastres económicos que han dejado a las arcas valencianas con un débito cercano a los 40.000 millones de euros.

El desenlace de la Ciudad de la Luz se asemeja al de una película con una bomba de relojería como centro de la acción. Su explosión será en manos de un nuevo gobierno de izquierdas que busca darle una viabilidad acorde a su idea original. El presidente Ximo Puig quiere reunirse con Bruselas y evitar lo que parece una liquidación previsible de un lugar que costó a los valencianos 274 millones de euros. La negociación, si finalmente se produce, no tiene visos de llegar a buen puerto. A los ojos de Europa, Valencia no es fiable, menos aún tras la multa de 18 millones que le ha impuesto por falsear su déficit. Y la lectura de la decisión del tribunal europeo es tajante: pide revertir en la medida de lo posible el dinero a las arcas públicas, lo que no deja más opción que su venta.

Todo apunta a que el sueño de una California alicantina está a punto de despeñarse desde la atalaya en la que se construyó este macrocentro, que incluía una escuela de cine, hoy vacía después de que en 2013 dejara tirados a sus alumnos.

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