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Carlos Fabra inicia los trámites para pedir el tercer grado

Solicita a la Audiencia de Castellón el certificado de haber pagado los 1,4 millones de multa e indemnización

Carlos Fabra tras comparecer en la Audiencia provincial de Castellón.
Carlos Fabra tras comparecer en la Audiencia provincial de Castellón.ÁNGEL SÁNCHEZ

Carlos Fabra ha iniciado los trámites para reclamar el tercer grado penitenciario que le permitiría salir de la prisión y pasar a un régimen de semilibertad. El exbarón castellonense reclamó el pasado día 17 de julio a la Audiencia provincial de Castellón el certificado de haber abonado la cantidad a la que fue condenado por responsabilidad civil, tal y como han confirmado desde el TSJ valenciano.

Fabra está condenado a cuatro años de cárcel por defraudar cerca de 700.000 euros a Hacienda entre 1999 y 2003. Ingresó en prisión en diciembre del pasado año, después de que el Tribunal Supremo confirmara el fallo de la Audiencia provincial de Castellón hace ahora justo un año. La sentencia le condenó también a pagar casi 1,4 millones entre multa e indemnización. El abono de esta cantidad es imprescindible para que el expolítico pueda pedir beneficios penitenciarios.

Desde el TSJ han explicado que esta solicitud se ha realizado para presentarlo ante la junta de tratamiento penitenciario, pero desconocen si es para pedir el tercer grado. Fabra está preso en la cárcel de Aranjuez desde diciembre del pasado año. El cumplimiento del pago de los 1,4 millones le permite reclamar el tercer grado una vez haya cumplido un cuarto de su pena, si bien lo más común es que no se conceda tan prematuramente. Es la junta de tratamiento la que debe resolver y valorar la conveniencia o no de concederle el beneficio. En caso contrario, el interno puede recurrir.

El expresidente de la diputación y del PP de Castellón durante décadas recurrió al indulto tras ser confirmada su pena y a pesar de que dijo que no lo haría. En su carta de petición de la medida de gracia basó la petición por “razones de justicia y equidad”, porque en su trayectoria política “no cabe ninguna tacha” a su comportamiento y porque su estado de salud resultaba “absolutamente incompatible” con la prisión. El Ministerio de Justicia rechazó su petición en un tiempo récord.

Junto al cumplimiento del pago de la multa e indemnización impuesta, el juzgado de vigilancia penitenciaria (que tiene la última palabra) podría conceder el tercer grado por motivos humanitarios y de dignidad personal de los penados enfermos muy graves y de los septuagenarios. Carlos Fabra cumple 70 años el próximo 2 de agosto.

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