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El aeropuerto de Castellón, esencial para el concierto de Blur en el FIB

La banda no hubiera podido tocar en Benicàssim si un aeródromo cercano porque tenía otro compromiso musical

El cantante de Blur durante el concierto que ofreció la noche del sabado en el FIB.
El cantante de Blur durante el concierto que ofreció la noche del sabado en el FIB.MARTÍ DOMENECH

El aeropuerto de Castellon ha sido "fundamental" para que Blur tocara anoche en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB). Así lo ha explicado este domingo el director de la cita musical, Melvin Benn, durante la rueda de prensa de balance de la vigésimo primera edición, la primera organizada íntegramente por el sucesor de Vince Power.

Benn ha asegurado que sin este polémico aeropuerto, el que era el principal reclamo de este FIB no hubiera podido tocar en Benicàssim. El motivo: su líder, Damon Albarn, tenía otro compromiso musical y la banda necesitaba un aeropuerto "muy cercano" para que fuera posible el concierto. De hecho, Benn ha afirmado que la existencia de esta infraestructura (inaugurada hace cuatro años y operativa desde diciembre del pasado año) ha sido decisiva para que el grupo británico aceptara ser la cabeza de cartel.

El nuevo director del FIB ha desvelado el desembarco anoche de Blur en el aeropuerto de Castellón tras ser preguntado por la posibilidad de que el aeródromo ubicado en Vilanova d'Alcolea pueda ser utilizado el próximo año para la llegada de los miles de fibers que llegan al festival. Hace años que se especula con esta posibilidad, pero la puesta en marcha de vuelos regulares a Londres y Bristol a partir de septiembre hace más cercana esta posibilidad. El aeropuerto está operativo desde hace medio año pero hasta la fecha sólo ha sido utilizado por vuelos privados como los del Villarreal CF.

El público británico sigue siendo el principal de este festival que cumple 21 años. Pero si hay algo que ha caracterizado a esta edición es el aumento de público español. Benn ha asegurado que las ventas han aumentado en un 25% entre los asistentes nacionales. Es una apuesta del nuevo director, que ya el pasado año anunció su intención de captar a los locales. Así ha quedado plasmado en hechos como el aumento de grupos nacionales (y valencianos) y en la presencia en el recinto de una xaranga, una popular banda local.

Por este FIB pasarán 115.000 fibers durante los cuatro días que finalizan este domingo. Hasta 30.000 personas durante el fin de semana. Benn ha asegurado que las ventas han aumentado un 6%, aunque el pasado año ya habló de 30.000 personas diarias. Aún así, es el primer año desde 2011 que las cifras de asistencia no bajan. De ellos, la mitad son ingleses e irlandeses y un 45% españoles. El director, que tomó las riendas pocos meses antes del festival de 2014, ha hablado de punto de inflexión y de inicio de una nueva era. "Estamos dando un paso adelante para la siguiente etapa y recuperando el espacio que merece el FIB", ha dicho.

Benn se hizo con las riendas del festival tras la crisis de 2013, año en el que las dificultades económicas de la que era la empresa matriz (la compañía de Vince Power) arrastró a la quiebra a la organizadora del festival. Superado aquel escollo (se llegó a poner en riesgo la celebración de la cita), Benn garantiza la continuidad, pero admite que las dificultades no han acabado. "Los problemas financieros no han acabado, seguimos teniendo compromisos con los acreedores, pero el festival está en una curva ascendente. Estamos asumiendo una deuda histórica", ha dicho.

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