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Chuches con estrella Michelin

The Candy Proyect pretende hacer de la golosina “un vehículo de cultura gastronómica”

Abraham Rivera
Picnic Sessions 2015.
Picnic Sessions 2015.Pedro Agustín

“La chuche significa socialización en el gusto”, afirma Iñaki Martínez, doctor en sociología y responsable de investigación de The Candy Project, una iniciativa que pretende “hacer de la chuche un vehículo de cultura gastronómica”, según sus propias palabras. El proyecto, que cuenta con la participación de la Universidad del País Vasco, Slow Food International, la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Italia y el afamado restaurante Mugaritz, se presentará este jueves dentro de las Picnic Sessions del CA2M como una performance donde probar “chuches inteligentes” y abrirse a nuevas texturas y sabores. “Queremos que el público pueda experimentar con chuches muy desafiantes, que dificultan el acto de comer, hablar o besar”, comenta el sociólogo vasco, que lleva colaborando casi diez años con el restaurante de I+D dirigido por el chef Andoni Luis Aduriz.

“Mugaritz ejemplifica bien lo que son las Picnic: exploración con los sentidos, calidad, disfrute y espacio para la sorpresa”, añade Pablo Martínez, responsable de educación y actividades del centro. Este año el ciclo de performance y conciertos ha querido ir más allá, poniendo a prueba a su público con formatos donde la experiencia del espectador era la esencia. “Con Mugaritz lo que hacemos es ponerles un reto, una presentación performativa. Abordar su trabajo desde otro lugar que no es el restaurante, que no pasa por la mesa. Los asistentes al picnic no son comensales, sino otra cosa. Y esto nos interesa mucho, probar los límites de los creadores pero también de los asistentes a las Picnic”.

Diferentes acciones a lo largo de estos meses han jugado con el espectador, obligándole a la toma de decisiones y propiciando una implicación más directa. Por la terraza mostoleña han pasado artistas que han desbordado los límites del museo, como Rodrigo Sobarzo de Larraechea o Luz Broto.

Para esta ultima fecha contaran, además de con la intervención de The Candy Project, con Las Lindas Pobres, editorial independiente que se dedica a producir publicaciones en torno al campo de la música, las subculturas y la cultura popular. “Presentaremos un fanzine nuevo, en colaboración con Jaime Rodriguez, que se llama Cocoliche, como una jerga callejera rioplatense”, adelantan. “Es un zine site specific sobre las Picnic de este año, basado en nuestra interpretación del comisariado. Hemos realizado telepatía y jugado con aquello que une a los artistas, trabajando desde ciertos conceptos y cuestiones presentes en todo el recorte de obras, tensándolas, haciendo visibles las costuras, así como contraponiéndolas. Operamos desde la idea de la psicodelia en la estética de todo el zine, así como también la prosa presente en varios de los proyectos”.

La noche llegará a su fin con las actuaciones de Blood Sport, trío inglés de rock experimental, y el proyecto electrónico del madrileño J. E. Edward, John Grvy. “Seguimos cada año probando a nuestro público y nuestro público nos pone también a prueba, es en esa tensión en la que convivimos”, concluye Juan Domínguez, comisario de esta última edición.

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Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

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