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Música negra ‘made in Madrid’

El sello Tucxone descubre en el trotamundos David Hooper la garganta idónea para sus proyectos de ‘soul’

El cantante David Hooper posando en El Retiro de Madrid.
El cantante David Hooper posando en El Retiro de Madrid.

Milagro en Fuencarral pueblo. Por obra y magia de un murciano originario de Houston y la banda del sello madrileño, Tucxone, constituido “por y para frikazos” de la música negra. El soul hecho en España ha alumbrado una de sus cumbres: It's my turn, debut en largo de David Hooper & The Silverbacks, que lo defenderán en vivo mañana en la Black Is Back Party del festival Madgarden (Jardín Botánico de la Complutense), junto a otras cuatro propuestas del género.

“Llegué a tener un sello en Houston solo para mis grabaciones. Ejercí de guitarrista con los famosos Archie Bell and the Drells. Y en Los Ángeles, fui el frontman de Hollywood, un grupo con el que frecuenté los casinos de Las Vegas. Hasta que con otra banda, Another Level, aterricé en España”, rememora su trayectoria el cantante tejano desde su Murcia de adopción. Allí lleva afincado 15 años. Rozando los 60 años, tiene 59, ha visto mucho mundo, pero en La Manga se enamoró. Fue a dar un concierto con Another Level y “así conocí a mi mujer”.

Colaborador de músicos locales desde entonces —con un show en solitario para fiestas privadas—, a Hooper le recomendaron contactar con Tucxone; la discográfica buscaba vocalista para los Silverbacks. “David posee una voz aterciopelada a lo Al Green, con un falsete proyectado al paladar un poco nasal. Perfecta para el disco, que pretendía ser muy descarnado, muy rollo southern soul”, explica Alberto Tuco Peces (Madrid, 1982), cerebro del sello madrileño y productor del disco It's my turn,

El álbum supone el primer largo del sello, nacido en 2014 según el viejo modelo de la Motown o de disqueras actuales como Daptone, bastión del soul neoyorquino y casa, por ejemplo, de Sharon Jones. La fórmula se basa en un equipo fijo con compositor, el cántabro Marc Ibarz; ingeniero de sonido, Génesis Candela, mano derecha del cabecilla; una banda residente, los Silverbacks y arreglista, Edu Martínez, el director musical del grupo. “Como productro, contar con la misma banda siempre que grabas es algo imbatible. Y estoy obcecado en conseguir un sonido reconocible para el sello”, admite Tuco. Tucxone pretende abarcar sonidos afro y jamaicanos que vayan ampliando el núcleo duro de colaboradores. “Al soul llegué de chaval a través del reggae, al descubrir que, en los sesenta, buena parte de este género se nutría de temas estadounidenses”.

Hooper, por su parte, insiste en su aportación a las composiciones de Marc Ibarz para It's my turn: “Camino de los ensayos, en el tren hacia Madrid, cambié algunas letras y melodías. Y el texto de Sugar and salt se puede decir que es mío; una noche de insomnio me levanté a rehacerlo. Y, por cierto, la coreografía para el directo la ha inventado mi hija de nueve años”.

El halo de culto que irradia el álbum contrasta con otras facetas de Hooper. En 2007, se presentó al concurso televisivo de talentos Factor X (“me derrotó una neumonía”), y ahora se postula para la contienda europea de la canción: “Me gustaría representar a España en Eurovisión el año que viene; tengo compuesta la canción adecuada”.

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