Mas y Junqueras pugnan por controlar la lista soberanista

Tras haberlo intentado sin éxito durante seis meses, Convergència y Esquerra Republicana acordaron ayer dar una oportunidad a las entidades civiles independentistas para que intenten articular una candidatura unitaria para el 27 de septiembre. Pese a que ambos partidos dicen que darán manos libres a las entidades para que busquen un acuerdo, tanto la formación de Artur Mas como la de Oriol Junqueras, han empezado a maniobrar para garantizarse el control de la candidatura.

Convergència Democràtica vive como un éxito que la Asamblea Nacional Catalana y Òmnim Cultural hayan aceptado el reto de Artur Mas de ponerse al frente de las negociaciones para formar una única candidatura independentista. Considera que si son estas entidades las que capitanean este delicado proceso será más fácil sumar a Esquerra Republicana a una empresa que inicialmente rechazó para evitar mezclarse con CDC, un partido que considera excesivamente manchado por la corrupción.

La ejecutiva de Convergència celebró ayer un largo debate sobre el momento actual. No hubo conclusiones más allá de dar una semana de plazo a las entidades soberanistas para que presenten su propuesta e intenten sumar a los partidos. La portavoz de CDC, Mercè Conesa, se mostró confiada en el acuerdo y aseguró que la presencia o no de políticos en esta candidatura no será un escollo. “Con o sin políticos, la lista transversal de la sociedad civil será la de Convergència”, dijo en conferencia de prensa.

Sin embargo, el discurso que los dirigentes de CDC tienen en privado y en el seno de la ejecutiva varía ligeramente. Están a favor de la candidatura única, pero consideran que los políticos y en particular Artur Mas deben estar en esta lista. “Confiamos en que los días de margen que hemos dado a la ANC y a Òmnium para que trabajen la idea de la candidatura sirvan para que vean el capital político que pueden aportar los políticos y Artur Mas como líder”, explicó un dirigente del partido tras la reunión.

“No veo una lista sin políticos, ya que Cataluña necesita un gobierno más allá de los asuntos relacionados con la independencia”, dijo otro dirigente. Si bien Artur Mas se ha mostrado dispuesto a dar un paso al lado si es necesario para lograr el consenso, su entorno da por hecha su presencia en la lista e incluso están dispuestos a librar la batalla para que lidere la candidatura.

No será fácil, puesto que ERC solo quiere hablar de la lista única si los políticos quedan apartados de ella y todo el protagonismo recae en activistas de la sociedad civil. “Se trata de trabajar en una fórmula ganadora·, subrayó ayer el portavoz republicano Sergi Sabrià. “Un objetivo excepcional como es la independencia requiere también de propuestas excepcionales”, insistió.

Las dificultades no son pocas para culminar la candidatura, pero el soberanismo se está viendo obligado a agruparse, especialmente después de que la última encuesta de la Generalitat refleje que el independentismo retrocede y que el ‘no’ superaría el ‘sí’ en siete puntos en un eventual referéndum. El otro factor que obliga a los independentistas a buscar una lista unitaria es que la izquierda alternativa ya ha anunciado un principio de acuerdo y está trabajando en una candidatura que agrupará Podemos, Iniciativa, Esquerra Unida y Procés Constituent. Los últimos sondeos sitúan este pacto como segunda fuerza a pesar de no tener ni un líder definido ni un programa electoral aprobado.

El calendario obliga a tomar decisiones en pocos días. El presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez, dijo este lunes que confía en alcanzar un acuerdo en torno al 20 de julio. Convergència Democràtica celebrará cinco días más tarde una reunión de su consejo nacional, máximo órgano de dirección entre congresos, para aprobar la candidatura.

Pero, ¿qué pasa si fracasa el intento de la lista única? La portavoz de CDC, Mercè Conesa, no aclaró ayer si la dirección del partido ha interrumpido la elaboración de la lista con la que Artur Mas ya había decidido acudir a las elecciones antes del último movimiento de las asociaciones independentistas. Mas estaba buscando independientes para ampliar el espacio ideológico de Convergència y, de paso, camuflar las siglas del partido en un momento de gran desgaste. Otras fuentes de la dirección dieron por hecho que Mas sigue trabajando en este plan B para minimizar un posible plantón de ERC. “No podemos dejar de trabajar en ello”, aseguraron.