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Las infecciones de transmisión sexual se multiplican entre el colectivo gay

Los casos de sífilis y gonorrea se cuadriplican y triplican en 10 años

Jessica Mouzo
Un hombre se hace la pueba para detectar una infección.
Un hombre se hace la pueba para detectar una infección.Consuelo Bautista

Los homosexuales se han convertido en el colectivo con más riesgo de sufrir una infección de transmisión sexual (ITS). Los nuevos contagios de VIH dieron la voz de alarma hace un año: seis de cada 10 nuevos infectados son gays, alertaba BCN Checkpoint en julio de 2014. El último informe del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CEEISCAT) corrobora esta tendencia. El 58,5% de los 808 diagnósticos de VIH detectados en 2014 corresponden a los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). En 10 años los casos de sífilis se han cuadriplicado y los de gonorrea, triplicado. La mayoría, de este perfil.

Los diagnósticos de sífilis alcanzaron los 902 infectados en 2014. De ellos, 627 cumplimentaron una encuesta que reveló que en el 73% de ocasiones eran HSH. La gonorrea también ha crecido. El año pasado se notificaron 1.555 nuevos casos, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Sida/VIH/ETS en Cataluña (SIVES). 783 de ellos se sometieron a la encuesta y el 43% eran hombres que habían tenido relaciones con otros. “Esto no es algo puntual de Cataluña. Pasa en la mayoría de países de Europa. Indica una exposición a conductas de riesgo y los estudios nos dicen que hay más incidencia entre HSH. Pueden ser homosexuales o no. Epidemiológicamente estudiamos lo que hacen, no como se sienten”, matiza Jordi Casabona, director del CEEISCAT.

Su explicación se basa en que “el número de contactos entre homosexuales es mucho más alto que entre los heterosexuales”. Además, “la prevalencia de VIH entre este grupo es del 17% y, al haber más contactos, las probabilidades de infección aumentan”.

El informe SIVES también recoge el perfil de mayor riesgo ante el VIH, a partir de un estudio con HSH no infectados: ser de origen extranjero, tener más de cinco pruebas de detección anteriores y, en los últimos seis meses, practicar penetración anal sin preservativo con pareja estable de estado serológico desconocido, tener más de 10 parejas sexuales ocasionales, practicar la penetración anal sin preservativo con una pareja ocasional y autodeclarar una gonorrea. El estudio (cohorte Ítaca) demostró que la incidencia de VIH pasó de 1,3 de cada 100 personas al año en 2009 a 3,1 en 2011. “Llevamos tiempo alertando de esto estamos aquí porque no se han implantado las políticas adecuadas”, critica Ferran Pujol, responsable de BCN Checkpoint, un centro de detección de VIH y otras infecciones. La entidad, que lidera proyectos de investigación, detecta el 40% de los casos de VIH en Cataluña. “La respuesta al problema sería aumentar el número y la frecuencia de las pruebas de detección de VIH, hacer un cribado sistemático de otras y suministrar antiretrovirales como prevención antes de tener relaciones de riesgo (la profilaxis preexposición)”.

Casabona también defiende “la prevención, promover conductas de sexo seguro y programas de sensibilización”. El director de CEEISCAT critica la pasividad institucional. “Sabemos por qué se infecta la gente y se puede hacer más”. El proyecto PISCIS, para investigar la historia del virus y la coinfección con hepatitis, es un ejemplo. “Está parado por falta de decisión”. Aunque se puso en duda la viabilidad del centro, el consejero de Salud, Boi Ruiz, defendió, el martes su papel en la lucha contra el sida y se comprometió a mantenerlo abierto.

La profilaxis preventiva, a debate

La profilaxis preexposición (PrEP) es el tema más candente entre los expertos que trabajan en la lucha contra el sida. El tratamiento preventivo  -consiste en tomar antiretrovirales antes, durante y/o después de tener relaciones de riesgo- se ha demostrado tan eficaz que incluso se tuvo que suspender el estudio francés Hipergay por los buenos resultados que daba desde un principio (se certificó que con la profilaxis preventiva se evitaban los contagios de VIH y no era "ético" administrar placebo a algunos de los participantes del estudio). Previsiblemente, las autoridades europeas aprobarán el tratamiento el año que viene.

Con todo, el debate está abierto. "EL PrEP ha dado muy bueno resultados pero falta saber cómo implementarlo: a quién se debe dar, los efectos adversos, quién debe pagarlo", apunta Casabona, que teme que aumenten las conductas de riesgo. Según el SIVES, el 60% de los HSC utilizarían la PrEP pero el 19% también cree que se incrementarían las prácticas de riesgo.

"Esto es lo mejor que ha surgido en prevención desde el inicio de la epidemia porque con el condón pensamos que se iba a arreglar y no lo ha solucionado. Las cifras son escandalosas y tenemos que dar una respuesta inmediata. La PrEP estaría controlada por un médico y habría más cribado de las ITS porque tendría que hacer analíticas trimestrales", sentencia Pujol.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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