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Del canal de Youtube a los escenarios

El show en directo de los ‘youtubers’ Wismichu y Auronplay llega a Madrid con llenazo total

Ismael Prego, ‘Wismichu‘, con el ordenador, y Raúl Álvarez, ‘Auronplay’, estrellas de YouPlanet.
Ismael Prego, ‘Wismichu‘, con el ordenador, y Raúl Álvarez, ‘Auronplay’, estrellas de YouPlanet.Álvaro García

“¿Puedo hacerme una foto con vosotros? ¡He visto todos vuestros vídeos!”, dice una veinteañera blandiendo su móvil. “Vaya sorpresón encontraros aquí de repente”, exclama otra, incrédula al ver a Wismichu (Ismael Prego, 21 años) y Auronplay (Raúl Álvarez, 26). No son estrellas del pop ni actores famosos; son youtubers. “Todos empezamos en esto de forma parecida”, dice Álvarez, “grabando vídeos chorrasen tu habitación y subiéndolos a la web. En mi caso, un día vi que mucha gente que hacía lo mismo no paraba de ganar seguidores, y pensé: ‘¿Por qué no voy a poder yo vivir de algo así?”. A partir de entonces empezó a tomarse en serio esto del humor, “y ahora es mi medio de vida”, explica quien trabajara en una empresa de artes gráficas hasta hace dos años y medio. Hoy, como su compañero, roza los tres millones de visitas únicas de cada vídeo que sube a la Red. Los anunciantes, claro, se los rifan.

Esta advenediza pareja de estrellas ha saltado de la pantalla de Youtube a los escenarios, y llegaron ayer al Palacio de la Prensa con el espectáculo YouPlanet en el que hacen, básicamente, lo mismo que frente a una web cam, pero en carne y hueso. Hoy repiten (a las 16.00 y a las 18.00) con prácticamente todas las entradas vendidas. “Un día hicimos un vídeo juntos y funcionó muy bien. Pensamos en hacer lo mismo en directo”, cuenta Prego, y adelanta: “Para este espectáculo hemos recopilado lo más extraño y freak que puedas encontrar en la Red. A partir de ahí desarrollamos nuestros gags”. Después de haber agotado las localidades durante tres fines de semana seguidos en Barcelona, y originar colas de fans adolescentes cuando ayer firmaban autógrafos en Madrid, queda claro que el mayor aliciente de su público es verlos en directo y comprobar que sus estrellas de Internet son de carne y hueso y no un cúmulo de píxeles.

“Papá, tengo un proyecto entre manos”, le dijo Prego a su progenitor un día, cuando le preguntó para qué diantres se había comprado un micrófono. Tres años después, en su canal ha hablado de casi todo y no ha dejado títere con cabeza —entre sus muchos blancos están la monarquía, el reggaeton, el sexo, la cadena Cope o este mismo periódico— , siempre en tono de humor. Hoy le siguen más de dos millones y medio de fans. “Todo parece muy improvisado, pero dedico una media de ocho horas a cada vídeo y llevo más de seis meses pensando los que voy a grabar la semana que viene”.

La fama sobrevenida le ha permitido a este coruñés cumplir su sueño de venir a estudiar a Madrid Comunicación Audiovisual, porque sus padres no se lo podían permitir. “Vivo de esto, pero vengo de una familia humilde y si no fuera por mi canal no podría haber salido de mi ciudad”. Su compañero, Auronplay, añade otra ventaja de ser un youtuber de éxito: “Tienes una ventanita desde la que poder expresarte sin tapujos sobre lo que quieras. Cuando vas a un plató de televisión hay mucha más censura. Nosotros estamos cambiando esto”.

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