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Investigado Paco Bustos por amañar el concurso de basuras de Sabadell

La policía sospecha que el hermano del exalcalde cobró mordidas a cambio de adjudicar el servicio al grupo Véndex

Paco Bustos, en la comisión sobre el fraude fiscal del Parlament.
Paco Bustos, en la comisión sobre el fraude fiscal del Parlament.Albert Garcia

El concurso de la recogida de basura de Sabadell, el más suculento que otorga el Ayuntamiento, está bajo sospecha. La juez Beatriz Faura -que tiene en sus manos el caso Mercurio, de corrupción urbanística y tráfico de influencias en esta ciudad- investiga si el Ayuntamiento “habría favorecido a Smatsa [la empresa adjudicataria] a cambio, presuntamente, de la entrega de algún montante económico”. Los principales artífices de la trama serían Paco Bustos, exconcejal del Ayuntamiento, Gervasio Rolando Rodríguez, presidente de Véndex (empresa madre de Smatsa) y Eugenio Ángel Díaz Fernández, delegado de Véndex en Cataluña y responsable de Smatsa. También se estudia el grado de implicación de Manuel Bustos, exalcalde de la ciudad y hermano del exconcejal.

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Las escuchas del caso Mercurio levantaron las sospechas de los Mossos sobre la adjudicación, pero gran parte de la documentación ha llegado a la juez de Sabadell desde Lugo a raíz de otra macroinvestigación, la bautizada como Pokémon, relacionada con el pago de mordidas a políticos por parte de empresas a cambio de concursos públicos en Galicia. Una de estas compañías es Véndex. A partir de la documentación incautada –Smatsa se registró el 20 de septiembre de 2012, dos meses antes del estadillo del caso Mercurio- y los pinchazos la Guardia Civil detectó que un brazo de la trama llegaba a la ciudad vallesana y considera que se habrían cometido presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación o fraude.

En junio de 2012, el Ayuntamiento renovó el contrato de la recogida de basuras con Smatsa por 15 años, ampliable a cinco más, por un importe de 18,5 millones anuales. La adjudicación fue criticada por la oposición porque se había doblado el tiempo de la concesión, la ganadora no era la oferta más económica y consideraban que el proceso no había sido transparente. También un informe del Colegio de ingenieros se inclinaba por Fomento de Contratas y Construcciones, otro de los candidatos.

Las pesquisas revelan que durante los meses anteriores a la adjudicación hubo varias reuniones entre los hermanos Bustos y los responsables de Véndex. El trato no era el mismo con Fomento, que también intentó hablar con Paco Bustos. “Han venido estos (Fomento), pero él [Bustos] dice que se los pasa por el forro de los cojones”, comentó a Rodríguez uno de los implicados. Antes de la resolución del concurso, los futuros ganadores conocían la distancia que les separa de los otros aspirantes e incluso presumían de tener la victoria en el bolsillo.

También se investiga el contrato de personas en Smatsa por recomendación del Ayuntamiento, facturas falsas, una doble estructura de personal y sueldos en B
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El 11 de abril, el entonces concejal viaja con Díaz a Madrid, donde se halla la sede central de Véndex, para reunirse con el presidente de la empresa. Toman muchas medidas de seguridad, a sabiendas de lo cuestionable del encuentro. “Vinieron en el mismo avión pero en asientos distintos; uno en la fila 2 y el otro en la fila 17. […] Después fueron andando y a 20 metros delante iba Eugenio, que conoce el lugar. […] Cuando se fueron, primero lo hizo Bustos y a los 10 minutos el otro”, relata el informe de la unidad de Vigilancia Audanera. Durante el viaje, según los pinchazos, Bustos estaba nervioso porque nadie conocía la reunión e incluso llamó a conocidos suyos que pudieran estar en Madrid para asegurarse que no estarían en la ciudad y no lo verían. En una conversación horas después, Rodríguez admite que en ese encuentro “lo han atado todo de cara a la adjudicación”.

La policía sospecha que en esa reunión Véndex podría haber entregado un sobre con dinero a Bustos. En una de las conversaciones interceptadas, Díaz dice que ha hablado con el concejal “de la contraprestación numérica que hace falta para que el resultado sea el óptimo”, lo que sería un indicio del pago de sobornos, según la policía.

Según las pesquisas, desde la sede de Madrid se enviaba con frecuencia sobres de dinero envueltos en periódicos deportivos a Galicia y Cataluña para sobornar presuntamente funcionarios o cargos públicos. En otras ocasiones los delegados regionales recibían el dinero en persona.

Un toque a una alcaldesa

En el marco de las declaraciones del caso Pokémon, el presidente de Véndex, que fue detenido, admite el envío de dinero en efectivo como una "costumbre" sin "mala fe". El empresario niega el pago de sobornos y asegura que se enviaba dinero a las delegaciones cuando había un descubierto; a Sabadell "probablemente uno o dos" y de poca cantidad "máximo 3.000 euros". Pero en el interrogatorio no sabe responder cuando le preguntan por qué los pagos no se hacían por transferencia bancaria. Sobre el patrocinio de actos, Rodríguez asegura que lo hacía para "cuidar a los de allí". "Cuidamos mucho esas cosas, especialmente en Cataluña porque eso lo valoran mucho", añade.

El empresario también admite tener una buena relación con los hermanos Bustos; presume de su relación con el entonces alcalde, del que dice ser un hombre poderoso. “Los Bustos tienen el Vallès y la Federación de Municipios”. Y al hermano, Paco Bustos le llama “mi jefe” y dice que le gustaba “alegrarlo” para que le “ayudara en un contrato”. Rodríguez usa el término “timbrazo” para referirse a la petición de ayuda a Bustos para que llamara a la alcaldesa de Barberà del Vallès cuando en este municipio también se licitó otro concurso público.

La relación entre el concejal y el jefe de Smatsa sobrepasan lo estrictamente profesional. Los pinchazos revelan una estrecha relación entre los dos hombres, que acostumbran a quedar en casa o en el restaurante de Bustos, al que Díaz llama “amigo”. En alguna ocasión este le facilita los datos de su tarjeta de crédito para que Díaz le reserve un viaje a Sevilla por una boda.

Más allá de ellos dos, la relación entre empresa y el Ayuntamiento iba más allá. Desde el Consistorio se realizaban “reiteradas y continuadas” recomendaciones de nuevos trabajadores, cosa que lleva a los Mossos a considerar Smatsa como un “instrumento de contratación de personal con vinculación a cargos electos”. Vendex también acostumbraba a patrocinar eventos deportivos municipales o una cena de la campaña electoral del alcalde.

A parte de estos indicios, se investigan una serie de irregularidades administrativas como facturas falsas, una doble estructura de personal y diferentes anotaciones con sueldos en B.

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