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Dimite el jefe de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Barcelona

Los sindicatos mantenían una pugna con Carlos Arias por varios conflictos laborales en la alcaldía de la ciudad

El gerente de Recursos Humanos y Organización del Ayuntamiento de Barcelona, Carlos Arias, ha reunido esta mañana su equipo para anunciar su dimisión, según la decisión de la comisión del Gobierno municipal. Arias había sido ratificado hace menos de dos semanas por el nuevo gobierno municipal, pero aún así su nombre seguía en la cuerda floja, debido a la mala relación que tenía con los sindicatos representantes de los trabajadores del Ayuntamiento de Barcelona. “Estamos contentos, no lo podemos esconder”, han sentenciado fuentes sindicales.

En una reciente reunión con el nuevo gobierno, los sindicatos advirtieron al equipo entrante de “que no se podían mantener los gerentes responsables del SOM y del 1%”, los dos conflictos laborales más importantes entre los trabajadores y el Ayuntamiento. Esta misma semana, pocos días después de la reunión, se ha hecho público que tanto la gerencia de Coordinación y Recursos -hasta ahora en manos de Marta Clari-, como la de Recursos Humanos, que ocupaba Arias, cambiarán de responsables. Todavía no se sabe quién ocupará la nueva vacante.

El conflicto del 1% se remonta al último gobierno socialista de la ciudad, cuando los presupuestos generales del Estado del año 2007-2008 incluyeron el aumento retributivo del 1% de los empleados públicos. El Ayuntamiento de Barcelona hizo caso omiso, los sindicatos lo denunciaron y el Tribunal de Justicia de Cataluña les dio la razón en 2013. Pero la sentencia no es interpretada por igual por ambas partes. Según el Ayuntamiento de Barcelona, solo hay que pagar el incremento del 1% del ejercicio del año en cuestión y, según los sindicatos, se debe abonar el incremento de cada año, desde el 2007. La diferencia de dinero en función de la interpretación es abismal para una administración con cerca de 12.000 trabajadores. Todavía se está buscando una solución para el conflicto, pero ni siquiera hay una mesa negociadora para desbloquear las posiciones.

El otro conflicto que tiene el Ayuntamiento de Barcelona con los trabajadores es el del nuevo Sistema de Organización Municipal (SOM) aprobado por el anterior gobierno, que fija las categorías y las funciones de los trabajadores. Los sindicatos, así como la Asociación Profesional de Técnicos y Técnicas del Ayuntamiento de Barcelona, consideran que “es incompleto” y que da pie a “una disfunción y mal uso de los recursos públicos”. También critican que el proceso de participación emprendido por el Ayuntamiento “consistió en informar de que lo aprobarían”. 

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