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Un barniz socialdemócrata para el proceso

Munté, con un marcado perfil independentista, continuará compatibilizando su dirección del área social

Camilo S. Baquero
Joana Ortega traspasa a la vicepresidencia a Neus Munté.
Joana Ortega traspasa a la vicepresidencia a Neus Munté.MASSIMILIANO MINOCRI

La rueda de prensa tras la reunión del Gobierno catalán de hace una semana fue premonitoria. Allí comparecieron Francesc Homs, en calidad de portavoz, y Neus Munté, en la de consejera de Bienestar Social. Esta ex abogada de UGT y madre de dos hijos ocupa desde ayer el lugar de Homs. Además, es la primera vicepresidenta convergente. Munté, con un marcado perfil independentista, continuará compatibilizando su dirección del área social con las nuevas responsabilidades.

Opositores políticos, líderes de entidades sociales y ex compañeros de trabajo y partido le reconocen su accesibilidad y capacidad de trabajo. Sin embargo, no es una gran comunicadora y su perfil es más reposado y menos ocurrente que el de Homs. Pero no es su locuacidad la que la lleva a la cúspide del Gobierno. El nombramiento busca reforzar el mensaje social de Artur Mas ante las elecciones, lanzar la idea de que la lucha contra la pobreza es la gran prioridad en los 100 días que restan de mandato si se adelantan las elecciones. “Quieren mostrar que el eje social no puede ir detrás del nacional”, dice Àngels Guiteras, presidenta de la Mesa del Tercer Sector.

En esa última rueda de prensa, la nueva portavoz precisamente informó de la aprobación del plan contra la pobreza, dotado de 1.066 millones de euros, que incluía algunas medidas muy bien recibidas por las entidades. Entre ellas destacaron las medidas de Bienestar para luchar contra el hambre infantil en verano. Otras más cuestionables como pagar la implementación de la T Mobilitat. Esta ha sido precisamente una de las cruces de Munté: llevar la coordinación de las políticas sociales, que en muchos casos sobrepasan su cartera y en las que es el Departamento de Economía el que toma la última decisión.

Munté (Barcelona, 1970) llegó al Gobierno catalán en diciembre de 2012, para reemplazar a Josep Lluís Cleries. La nueva vicepresidenta conoce de cerca la lucha sindical, pues está afiliada a UGT y ha trabajado allí en dos ocasiones. Primero, en la federación de servicios públicos y después como secretaria de política institucional. También fue jefe de gabinete de la consejera de Educación, Carme-Laura Gil. Allí, por ejemplo, tuvo que llevar el peso de la negociación del Pacto Nacional por la Educación. Lleva 19 años militando en Convergència.

“Siempre ha reivindicado su nexo con el sindicato y mantiene una visión socialdemócrata”, asegura Miguel Ángel Escobar, jefe de comunicación de UGT. Maite Fandos, concejal convergente de Barcelona, alaba el nombramiento porque “pone en valor la importancia de las políticas sociales y de su rol frente al departamento”.

La gestión de Munté, que tiene un máster en Derecho Público y Organización Administrativa por la Pompeu Fabra, no ha estado libre de polémicas. Su departamento recortó las prestaciones para pagar una plaza en un geriátrico privado mientras se otorga la pública, las llamadas PEV. Siempre criticó la disminución en las transferencias del Estado. El jueves, Munté estrenará sus nuevos rangos en la reunión anual de las entidades con Mas. Un momento para mostrar si, en serio, la pobreza es prioridad.

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Las caras nuevas

Meritxell Borràs. El nombramiento de Meritxell Borràs como consejera de Gobernación es el premio a una diputada que debutó en el Parlament en 1995 y que hasta ahora no había tenido ninguna responsabilidad trascendente. Nacida en L'Hospitalet de Llobregat en 1964, Borràs siempre se identificó con el sector soberanista de Convergència, partido del que fue fundador su padre Jacint, y su trayectoria no deja lugar a dudas. Fue presidenta y fundadora de las juventudes del partido en su ciudad y es socia de la Asamblea Nacional Catalana y de Òmnium Cultural, las dos entidades convocantes de las últimas diadas masivas a favor de la independencia.

Licenciada en Farmacia, trabajó durante nueve años en unos laboratorios antes de dar el salto definitivo a la política, donde ha desarrollado su vida las dos últimas décadas. Desde 1995 ha compaginado su escaño en el Parlament con su acta de concejal en L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más poblada de Cataluña, pero donde CiU ha tenido siempre una ínfima representación. Borràs fue cabeza de lista en cuatro elecciones municipales consecutivas y el pasado 24 de mayo dio paso a otro candidato.

En las listas del Parlament Borràs fue la número cuatro por CiU en Barcelona en las elecciones de 2006 y 2010 y la número seis en 2012, pero siempre quedó apartada de la Generalitat y vio como, por ejemplo, el número 16 de la lista, Germà Gordó, acabó nombrado consejero de Justicia. La responsabilidad más importante que ha tenido en esta legislatura ha sido portavoz de CiU en la comisión de investigación del caso Pujol.

Jordi Jané. Jané (l'Arboç, Baix Penedés, 1963) aterriza en el Gobierno catalán para dirigir la sensible cartera de Interior después de haber ligado su carrera al Congreso donde ha sido diputado 20 años. Abogado y profesor de Derecho Constitucional, Jane fue secretario general y asesor jurídico de Minoría Catalana y diputado por CiU desde 1996. Su dilatada carrera le ha permitido bregarse en asuntos tan espinosos como el de Gescartera o el 11-M. Convergente de pata negra —se afilió en 1980 y fue fundador de las Joventuts Nacionalistes—, Jané subrayó ayer, tras tomar posesión del cargo, que los mossos son estructura de Estado pero defendió la colaboración con el resto de cuerpos policiales.

Jordi Ciuraneta. Empresario con una larga trayectoria en el sector agrario, asume una cartera que ayer mismo perdió competencias al transferir la Generalitat la gestión de Medio Natural al Departamento de Territorio. Ciuraneta (Sabadell, 1964), casado y con dos hijos, ha ocupado numerosos cargos en organizaciones y patronales del sector agroalimentario. Entró a militar en CDC y en la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC) en 1989 y sus cargos políticos hasta la fecha habían sido la tenencia de alcaldía en la Palma d’Ebre; la vicepresidencia del Consejo Comarcal de la Ribera d’Ebre; y diputado en la Diputación de Tarragona. También ha sido miembro de la Ejecutiva de CDC desde 2007.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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