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Ignacio Vasserot: “Solo quería nota para ser médico”

Uno de los dos alumnos que ha conseguido 9,975 en la selectividad destaca la importancia de hacer deporte para prepararse

Ignacio Vasserot es el prototipo del chico modelo. La página web de su colegio, el San José del Parque de Madrid, subraya que “ha sido un alumno que desde pequeño ha destacado en los deportes que ha practicado”, y que durante el Bachillerato ha dedicado su tiempo a los demás en actividades de voluntariado que promueve el colegio: “Era habitual verle los sábados por la tarde yendo a repartir comida a albergues”. La semana pasada consiguió añadir a este ejemplar perfil otro logro: su nota, 9,975, ha sido la más alta en la selectividad madrileña, cuyos resultados se han publicado este miércoles. “La nota en sí no me importa mucho, solo me interesaba que fuese bastante para inscribirme a Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid”, explica con tono educado.

¿Las claves para obtener ese éxito? “No exagerar con las horas de estudio y compaginarlas con salir con los amigos y hacer deportes. Juego tres veces por semana al baloncesto y los domingos monto a caballo. Soy un chaval normal”, asegura.

Vasserot se enteró de los resultados de sus exámenes gracias a un amigo. “Al principio no me lo creía”, exclama desde Mallorca, donde está de viaje con sus amigos. Agradece por su éxito a su colegio, que frecuenta de los tres años, y a sus padres: “Ambos son farmacéuticos. Ellos me han transmitido la pasión por la medicina. Neurología, cardiología, oncología… ya veremos en qué me voy a especializar. Seguro que le daré muchas vueltas a lo largo de la carrera”, dice riéndose.

También Sergio Abril Guerra, el otro chico que consiguió 9,975, escogió Mallorca para su merecido descanso. “Estaba en la playa con el móvil apagado… Por fin, cuando lo encendí me llamó uno de mis profesores [del colegio Norfolk] para darme la buena noticia”, explica. Abril reconoce el esfuerzo que le supuso el examen: “He estudiado mucho, he tenido que prepararme muy bien las cosas”, aclara.

El objetivo ahora es compaginar una buena carrera académica —le interesan las matemáticas— con su pasión, el baile: “Llevo cinco años estudiando ballet moderno, y desde hace dos también clásico”. Para lograrlo, Abril está barajando irse a Estados Unidos. “Estoy admitido en la American University de Washington. Ahí me ofrecen la posibilidad de construir un plan de estudios a medida y unir la academia con la actividad física”, afirma.

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