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26 concejales dejan el Ayuntamiento en el pleno de la lágrima

Trias se despide apelando a la "responsabilidad de todos, gobierno y oposición"

Clara Blanchar
La concejala Mercè Homs, en el pleno.
La concejala Mercè Homs, en el pleno. GIANLUCA BATTISTA

Lo nunca visto. Más de la mitad de los concejales del Ayuntamiento de Barcelona, 26 de 41 (el 63%) se han despedido hoy en el último pleno del mandato, oficialmente de actas y despedidas, pero conocido como el pleno de la lágrima. Una sesión en la que manda el 'buenrollismo' y los agradecimientos y se aparta la discrepancia. También ha sido el último pleno como alcalde de Barcelona para Xavier Trias, que se ha mostrado abierto a colaborar "para que la ciudad no se paralice".

Entre los que se han marchado, caras muy veteranas en la casa, como el convergente Joan Puigdollers, la socialista Assumpta Escarp, el republicano Jordi Portabella, el ecosocialista Ricard Gomà o el popular Alberto Villagrasa. A subrayar también el caso de Quim Mestre, que abandonó el grupo de ICV para integrarse en la lista de Jaume Collboni. No ha entrado en el futuro ayuntamiento y hoy se ha sentado, solo, en la tercera bancada.

El alcalde, Xavier Trias, ha tomado la palabra al final del pleno para recordar la pasión con la que ha vivido sus cuatro años como alcalde y la generosidad de los grupos que le han ayudado gobernar con acuerdos puntuales, sobre todo PP, PSC y ERC. El alcalde también se ha despedido personalmente, con unas palabras, a cada uno de los concejales, los de CiU y los de la oposición, que se marchan. Trias ha apelado finalmente "a la responsabilidad de todos, gobierno y oposición" trabajar por las potencialidades de Barcelona.

En total, CiU pierde cuatro regidores, los que han perdido en las últimas elecciones (cuando pasaron de 14 a 10); del PSC se van nueve, tras pasar de 11 a 4 concejales; el PP pierde seis de sus nueve ediles, los que se han despedido más emocionados; de ICV, que tenía cinco, solo repite Janet Sanz, ahora integrada en Barcelona en Comú; por último, del grupo Unitat per Barcelona se marchan los dos concejales. Las intervenciones se han producido por orden inverso de los grupos, de más a menos regidores.

El más veterano de los concejales que se han despedido es Joan Puigdollers, tras 28 años en la casa. Solo con tanta trayectoria podía acordarse de una figura como la de Pitu Marull, el primer gerente del Ayuntamiento, el que "creó una forma de gestión tan sui generis". Puigdollers ha arrancado sonrisas al afirmar que podría hacer un "tratado de cómo hacer oposicición en la ciudad: lo he sido 24 años", ha dicho y ha reivindicado que las ciudades se hacen desde los gobiernos pero también desde la actitud de la oposición. Y como ejemplo, "el consenso olímpico durante los Juegos Olímpicos".

Por parte del PSC ha intervenido Gabriel Colomer, que como es habitual ha trufado su discurso de citas literarias y cinematográficas. Colomer ha revindicado el legado socialista y ha reconocido que para los socialistas no ha sido un mandato fácil: "Hemos llegado a puerto, pero un poco magullados, y lo dice el tercer presidente del grupo", ha dicho y ha terminado su intervención recordando a Humprey Bogart en Casablanca: "Este es el inicio de una larga amistad".

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Por parte del PP ha intervenido Eduardo Bolaños, que con lágrimas en los ojos ha agradecido a su equipo y al resto de concejales y a los técnicos el apoyo. Minutos antes había provocado carcajadas al asegurar que solo ha detestado una cuestión en el Ayuntamiento: "la incomodidad" de los butacones del salón de la Reina Regent. Oscar Ramírez ha subrayado "la vocación de servicio y la pasión por Barcelona" con la que ha trabajado. Ha afirmado que el suyo no es un "adiós sino un hasta luego" porque seguirá trabajando por Barcelona. Glòria Martín, concejal de más edad, ha recordado que por esta condición ha entregado dos varas de alcalde: a Jordi Hereu y a Xavier Trias.

Desde los butacones de ICV han intervenido Isabel Ribas (12 años de concejal) y Ricard Gomà (12 años también), que se marcha porque incumple el código ético de Barcelona en Comú, que fija el tope de mandatos en dos. Gomà, que vuelve a la universidad, ha repasado las luchas populares y sociales de la ciudad en estos tres mandatos, ha celebrado "haber podido compartir experiencias maravillosas con tanta gente", desde el resto de consejeros hasta los trabajadores municipales. El ecosocialista ha deseado mucha suerte a su compañera Janet Sanz y ha asegurado que "ni en el mejor de los sueños pensaba dejar el ayuntamiento en manos del horizonte de esperanza que la ciudadanía acaba de abrir".

El presidente del grupo de ERC, Jordi Portabella, se ha despedido con un discurso de cuatro folios, leído. Portabella vivió los mejores años de ERC desde la democracia, con responsabilidades de gobierno como teniente de alcalde durante ocho años. En total, ha sido regidor 16, los últimos cuatro en un raquítico grupo de solo dos concejales: él y Joan Laporta. Portabella ha dado las gracias a quienes le han votado, al resto de concejales, alcaldes y visiblemente emocionado se ha despedido "satifecho de haber contribuido a la transformación de la ciudad". A su turno, Laporta ha asegurado que se marcha "más enamorado de Barcelona" que cuando llegó y ha agradecido al resto de concejales que no hayan actuado "con ventajismo" por su condición de expresidente del Barça.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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