_
_
_
_
_

Un taller en el museo

El escultor Sergi Aguilar traslada la atmósfera de su lugar de trabajo al Macba

“Esta no es una retrospectiva. Todavía me siento bastante en forma como para no querer cerrar etapas o miradas. Lo que se intenta en esta exposición es recrear la atmósfera de mi taller y enseñar como conviven las piezas”. Lo afirmó Sergi Aguilar (Barcelona, 1946), uno de los representantes más destacados de la escultura española contemporánea, en la presentación de Reverso/Anverso (1972 - 2015), su muestra más extensa hasta la fecha, que reúne en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) cuarenta años de trayectoria. La presentación no contó con la presencia del director en funciones Bartomeu Marí, en París para una reunión del Cimam (la organización internacional de museos que preside), ni de Valentín Roma, ex conservador jefe del museo y comisario de la muestra, como demuestra el texto del libro que la acompaña. “Ha habido ya bastantes cambios como para postergar la presentación o cancelar la reunión del Cimam”, indicó el gerente del Macba, Joan Abellá, quien ejerció de anfitrión, como viene haciendo ya hace meses.

Aguilar agradeció el trabajo de Valentín Roma y reconoció su aportación a la hora de estructurar el proyecto no como una retrospectiva, sino como un recorrido por el lenguaje y la poética del artista, a través de la recreación de la atmósfera de su lugar de trabajo en el barrio de Poblenou y las dinámicas que en este se generan. La travesía se desarrolla en cinco salas o episodios, que reúnen obras de diferentes épocas y materiales poniendo de manifiesto una serie de temáticas y preocupaciones creativas constantes, como el diálogo entre solidez e inmaterialidad, mesura y acumulación, objeto y naturaleza.

La acumulación, un recurso que el artista utiliza desde sus inicios en obras como la estantería de Antes de las cenizas o el carrito en homenaje al escultor Giovanni Anselmo, en esta exposición se convierte en una herramienta conceptual y formal. Nacen así nuevas obras, probablemente efímeras, como la grande mesa que reúne por primera vez una quincena de esculturas de pequeñas dimensiones de mármol, madera y cartón. “Empecé a trabajar a partir de las referencias de la naturaleza. Una de mis primeras series arranca del hallazgo de unos pequeños troncos que los menorquines utilizan para fabricar herramientas básicas y esenciales”, explicó Aguilar, que disemina por el recorrido mesas de todo tipo, una colgada, otra desequilibrada y la última Cara NNO, concebida especialmente para esta muestra, desmontada y apoyada en la pared. Aprovechando el emplazamiento en la última planta del Macba, el artista ha podido abrir unas claraboyas, que permiten la entrada de la luz natural a las salas interiores. “Ha sido divertido jugar con una arquitectura tan compleja como la del Macba”, aseguró Aguilar, quien dirige la Fundación Suñol desde su creación en 2007.

La muestra se completa con cuatro vídeos, que el artista grabó durante sus viajes a Vietnam, Camboya y Libia y un espectacular mural de 153 dibujos y pinturas sobre papel, titulado Entre viajes, que remite a un cuaderno de fichas realizadas en diferentes geografías, así como al eterno viaje y búsqueda del artista.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_