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Banda sonora para ver Barcelona

La aplicación City Soundtrack pondrá música en movimiento a diez espacios de la ciudad como la Sagrada Familia o el mercado de Sants

Wernfried Lakner, Stefan Kersten, Pere Jou y Albert Puig.
Wernfried Lakner, Stefan Kersten, Pere Jou y Albert Puig.MASSIMILIANO MINOCRI

¿Los rincones de una ciudad tienen música y un sonido característico?, ¿a qué pueden sonar estos?, ¿las ciudades tienen solo un sonido?. Estas son algunas preguntas que la aplicación City Soundtrack puede responder a sus usuarios a partir de que esté lanzada, algo que depende de la formación del nuevo consistorio. City Soundtrack es un proyecto desarrollado tecnológicamente por dos programadores, un austriaco, Wernfried Lakner, y un alemán Stefan Kersten, que han colaborado con los generadores de contenidos Albert Puig, periodista musical y director de la productora barcelonesa No Sonores y de los músicos Pere Jou y Aurora Bauzá. Programadores y creadores de contenidos contactaron gracias al apoyo del l'Institut de Cultura de l'Ajuntament de Barcelona (ICUB) y del Centre d'Investigació i Desenvolupament del Barcelona Laboratori (BCNLab).

Pero ¿qué es City Soundtrack?. Lo explica Pere Jou: “Una aplicación que ofrece una serie de músicas en el entorno físico de los lugares de la ciudad para donde han estado específicamente compuestas, y que varían con el movimiento del propio usuario al desplazarse por esos espacios. En relación con el posicionamiento suena una composición u otra, de forma que su propio movimiento varía la música que escucha”. O sea, una música que viaja y muta con el usuario. Albert Puig, persona que tuvo la idea, añade: “Si te sitúas, por ejemplo, delante de una de las fachadas de la Sagrada Familia sonará una composición que irá variando a medida que te aproximas a la otra fachada, de manera que cuando llegues, y con una transición que se produce de manera gradual, la música que escucharás ya será diferente”.

City Soundtrack permite moverse por diversos espacios de la ciudad ampliando la información recibida por la vista. Ahora la música completará la información de algunos rincones de Barcelona, a los que ha sido atribuida una especia de banda sonora específica para cada uno de ellos. “En cierta medida”, dice Stefan Kersten, “es como poner música en un mapa y hacer una especie de remix en vivo”.

El cliente solo tiene que descargarse el paquete y disponer de un dispositivo con GPS. El geolocalizador es quien se encarga de recoger el movimiento del usuario, que activa la recreación de la música en relación con su posición.

La música que suena en las áreas que de momento tiene habilitada City Soundtrack ha sido compuesta por Pere Jou, del grupo Quart Primera, y por Aurora Bauzá. Las áreas de Barcelona donde podrá usarse la aplicación son de momento diez: Macba, Canaletas, Liceu, plaza Sant Felip Neri, Santa María del Mar, plaza Sant Jaume, la Barceloneta, plaza del Diamant, Sagrada Familia y el mercado de Sants, dándose por sobrentendido la música no se inicia solo al llegar al espacio en cuestión, sino que antes, cuando se aproxima, ya comienza a recibir estímulos sonoros. Pere Jou explica que el objetivo era “ lograr una emotividad que el visitante pueda comprender, relacionar y compartir”. ¿Ejemplos concretos?, “En el entorno del Macba, que es un equipamiento moderno, suena música electrónica, pero cuando te acercas a la plaza Joan Coromines la música se transforma en más acústica, y al llegar al Pati de les Dones la melodía es interpretada por un coro femenino. En la primera fachada de la Sagrada Familia suena música impresionista, que sería la propia del momento histórico en que se construyó; por el contrario, la nueva fachada incorpora sonidos incidentales de obras, de igual manera que en la plaza Sant Felip Neri suena un bombardeo, recordando la bomba que cayó en la Guerra Civil, en el Liceu se escucha un incendio y ambulancias y en la Barceloneta, en el corazón del barrio, la protagonista es música festiva con armonías de rumba. A pesar de todo no hemos querido caer en tópicos ni clichés", asegura Pere. Para completar la información, la aplicación incorpora fotos del espacio y de los edificios y textos explicativos.

Todo este trabajo se ha desarrollado a lo largo de cinco años que se han solapado, ya que la tecnología ha costado un par de años y la música ha estado compuesta en tres. La rentabilidad de esta aplicación, gratuita, depende de la venta de los contenidos. Ahora solo falta el visto bueno del nuevo equipo municipal y Barcelona tendrá un mapa sonoro en movimiento.

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