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70.300 menores catalanes sufren carencias en la alimentación

Las ayudas para pagar facturas de suministros básicos suben un 24%

Camilo S. Baquero

Un total de 70.239 niños tienen problemas de alimentación en Cataluña y por ello son receptores de becas comedor o de vales para poder acceder a la comida que necesitan. La cifra ha sido ofrecida por el Departamento de Bienestar tras una pregunta parlamentaria de los socialistas sobre el número de casos diagnosticados a través del protocolo contra la malnutrición infantil aprobado en 2013. El documento explica que el dato refleja la atención de los servicios sociales básicos, pero no especifica cuántos llegan a través del protocolo. Cáritas presentó ayer su memoria de 2014: uno de cada tres atendidos es menor de edad.

La Generalitat siempre ha negado con vehemencia que exista un problema de malnutrición infantil en Cataluña derivado de la crisis. A pesar de ello, aprobó hace más de un año la implementación del protocolo de detección de carencias en la alimentación, cuyos responsables son los Departamentos de Enseñanza, Salud y Bienestar Social. Esta red de protección tendría que estar desplegada desde el primer semestre del 2014.

Un año después de la puesta en marcha, no existen datos específicos sobre dicho protocolo. De hecho, no se aclara cuántos de los más de 70.200 casos han sido identificados a través de la coordinación interdepartamental. Solo se hace un recuento de los beneficiarios de las ayudas. Sin embargo, en la respuesta parlamentaria, la consejera de Bienestar Neus Munté reconoce el trabajo de los equipos de atención de los ayuntamientos y los consejos comarcales —de los que dependen las becas de comedor— y valora como “positivo” el protocolo.

El Vallès Occidental, con más ayudas contra la malnutrición

Los 70.239 menores catalanes que, según los datos del Departamento de Bienestar Social, reciben diferentes ayudas para complementar su alimentación, pertenecen a 36.455 familias. El Vallès Occidental es de lejos el territorio donde más niños y jóvenes reciben apoyo. Allí 11.918 menores son beneficiarios de ayudas de emergencia social o son receptores de alimentos a través de los servicios sociales básicos. Le siguen el Barcelonès (9.339), Baix Llobregat (9.246), Gironès (5.766) y Maresme (5.452).

Al otro lado de la lista, con el menor número de subvenciones entregadas, están comarcas con mucha menos población como Val d'Aran (4), Alta Ribagorça (26), Terra Alta (43), Solsonès (67) y Conca de Barberà (91).

En febrero del año pasado, un informe de la Agencia de Salud Pública reveló que había diagnosticados 660 menores de 16 años que padecían deficiencias alimentarias por culpa de la pobreza. El documento especifica que los casos responden a “circunstancias personales y sociales de riesgo para alimentación inadecuada”.

El verano pasado, Bienestar ya activó un dispositivo de atención a los menores durante las vacaciones, para así evitar que se agravara la situación. Este año se repetirá la experiencia de, por ejemplo, mantener centros abiertos y aumentar las becas para actividades lúdicas.

En septiembre de 2013, un informe del Síndic de Greuges que aseguraba que unos 50.000 niños catalanes no ingerían suficientes proteínas provenientes de carne y pescado despertó las alarmas. A este aviso, que fue duramente criticada por la Generalitat, se han ido sumado las de entidades del tercer sector y la evidencia estadística. La última cifra se conoció hace menos de una semana: según la Encuesta de Condiciones de Vida, en 2014 la pobreza y exclusión social entre los menores es del 32,9% en Cataluña, 3,4 puntos más que en 2013.

Cáritas atiende más niños

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El último Observatorio de Vulnerabilidad de la Cruz Roja, publicado en marzo, ya revelaba que el 16% de las familias atendidas por la ONG admitía que sus hijos se saltaban alguna comida por falta de dinero y que un tercio de los hogares reducía las raciones. Cáritas de Barcelona, por su parte, presentó ayer su memoria de 2014 donde revela que se atendió un 14% más de menores con respecto a 2013, y estos ya representan un tercio de los receptores de ayudas. En lo que va de 2015, explicó el cardenal Lluís Martínez Sistach, las familias que necesitan ayudas económicas para vivienda y alimentación han subido un 25%.

Salvador Busquets, director de la entidad católica, explicó que en 2014 ya crecieron un 24% las ayudas directas para necesidades básicas. Un total de 2,2 millones de euros en metálico (casi el 10% del presupuesto de la entidad) fueron entregados a 5.316 familias que no podían hacer frente a material escolar, gastos de alquiler o alimentos. Específicamente se dedicaron más de 90.000 euros al pago de recibos de suministros básicos. “Las familias están llegando al límite mientras los recursos públicos se reducen”, dijo Busquets.

La memoria de Cáritas de Barcelona recoge que el año pasado 273 personas solicitaron ayudas para pagar las facturas de la luz, el agua y la electricidad. Se trata de un aumento del 62% con respecto a 2013. Busquets consideró que el dispositivo de la Generalitat contra la pobreza energética va “en la línea adecuada” pero que todavía se tiene que medir su verdadero alcance. Según las cifras del Departamento de Empresa y Ocupación, en el primer trimestre de este año 4.175 familias han solicitado la ayuda para evitar los cortes.

“La recesión se acaba, la crisis, no”, insistió Busquets, que considera que el escenario de la recuperación sigue sin llegar de una manera contundente a la calle. Aunque la economía remonte, dijo, quedan desajustes como la precariedad laboral, la reducción en el poder adquisitivo de las familias y las dificultades en el acceso a la vivienda. Seis de cada diez personas que acudieron a Cáritas en 2014 ya habían recibido ayudas en años anteriores, lo que certifica la cronificación de la pobreza.

Expectativa por Colau

La]más que posible llegada de Ada Colau a la alcaldía de la capital catalana planeó sobre la tradicional rueda de prensa de Corpus Christi. A preguntas de los periodistas, Busquets aseguró que “mientras tengan en cuenta las necesidades de las personas que más sufren, nos tendrán a su lado”, aunque dijo que estaba expectante de ver cómo las propuestas de la ex portavoz de los afectados por las hipotecas pueden vehicularse a nivel técnico. “Si algo hay que reconocerle a Colau es que es la única que ha logrado que personas que eran víctimas y señaladas como culpables se convirtieran después en protagonistas de sus propias soluciones”, resaltó Busquets.

Sistach también hizo su propia lectura sobre el mapa salido de las urnas: “El prestigio de los políticos no habría bajado tanto, independientemente de los casos de corrupción, si hubiesen pactado todos para reducir el paro”.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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