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El fracaso de las ‘listas fantasma’

PP y PSC sólo lograron seis concejales con las 124 candidaturas

Las listas fantasma -candidaturas formada por personas al municipio donde se presentan- son una estrategia habitual entre los partidos para mejorar su representatividad en las diputaciones y consejos comarcales y lograr mayores subvenciones públicas. Tanto el PP como el PSC han recurrido a esa fórmula en las últimas elecciones ante la falta de militantes y el resultado ha sido muy discreto. Las dos formaciones solo obtuvieron seis concejales -cinco socialistas y uno popular- de las 124 listas que presentaron con estas características.

El 31% de las candidaturas fantasma que confeccionaron estas dos formaciones no obtuvieron ni un solo voto. En el caso de las listas con un solo candidato, que se presentan en municipios de menos de 250 habitantes, el porcentaje fue del 36%. En Sant Jaume de Frontanyà, municipio del Berguedà con un censo de 25 habitantes, la candidata del PP, Diana Rodríguez, fue elegida concejal con un único sufragio.

Dolors Montserrat, vicesecretaria de organización del PP catalán, descarta que los votantes no apoyen a un candidato porque no resida en el municipio donde se presenta. En su opinión, “es complicado presentar candidatos por la presión nacionalista”, y explica que todos los candidatos “tienen alguna relación con el pueblo”. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, prometió no confeccionar listas fantasma tras las elecciones de 2011.

Laura Costa, secretaria de política municipal de Convergència (CDC), asegura no tener constancia de ningún caso así en su partido. Preguntada por el de Cunit (Baix Penedès), donde los números cuatro a siete de la lista no residen en el municipio, niega que se trate de una lista fantasma, al vivir el resto de sus miembros en la localidad. Costa cree, sin embargo, que no es esencial que el cabeza de lista duerma en el municipio: “Tienen que vivir allí, sea trabajando o haciendo vida de algún modo”. La alcaldable de CiU en Fulleda (Les Garrigues), Lídia Aixalà Coll, es vecina de Arbeca y responsable comarcal de CDC. Los nueve votos que obtuvo la candidatura se tradujeron en un concejal en este municipio de 105 habitantes. Ciutadans tampoco está exento de esta práctica. El candidato de la formación en Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental), Aldo Ciprian, vive en el vecino municipio de Terrassa.

Assumpta Escarp, secretaria de organización del PSC, concede que un candidato que no resida en el municipio puede ser menos atractivo que otro que sí lo haga porque “en un pueblo de 250 personas todo el mundo se conoce”. Sin embargo, quita peso a esta circunstancia, porque “son muchos los factores que influyen en el voto, y este no es importante”. Escarp aboga por este tipo de listas para garantizar que la población pueda votar al PSC en todo el territorio. “Hemos presentado 531 candidaturas, y no hemos obtenido ningún voto en 36 de ellas”, añade. El 27% de las listas fantasma que los socialistas presentaron en los pasados comicios no obtuvo ningún voto. En el caso del PP, fueron cuatro de cada diez.

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