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El PSE se sostiene

Vuelve a perder votos, sobre todo en Álava, pero aguanta la irrupción de Podemos y añade nuevas alcaldías

Idoia Mendia respira aliviada. En su estreno ante unas elecciones locales y forales, aterida por la derivada descendente del PSE-EE en las urnas anteriores, temerosa del avance de las candidaturas inspiradas por el fenómeno Podemos, la líder del socialismo vasco siente que ha salvado los muebles. La pérdida de 33.000 votos queda diluida en una noche donde EH Bildu y PP lloran sus penas.

Álava sigue siendo el pozo sin fondo del socialismo vasco. La pérdida de poder territorial no tiene límite a medida que se suceden elecciones. Ahora se han dejado por el camino cuatro junteros en el peor resultado de su historia, agobiados por el estallido de Podemos que le dobla ahora la representación en la Cámara foral.

Sin capacidad de reacción en medio de sus interminables guerras intestinas, con otro retroceso en el Ayuntamiento de Vitoria, el socialismo alavés se encamina a otra crisis de la que parece no salir nunca. En este caso, Cristina González acapara las principales críticas porque ha encabezado la lista a las Juntas Generales y así abre la puerta a otro previsible período de inestabilidad por la dificil justificación de tan patéticos resultados.

En el resto de territorios, el PSE-EE se sostiene. Con sus resultados en Bilbao asegura al PNV el empujón suficiente para conformar una mayoría absoluta y, de paso, disponer de una cuota de poder desde la oposición siempre rentable. Además, no sería descartable que la apretada disputa por Barakaldo ante la igualdad entre nacionalistas y socialistas, fuera el objeto de intercambio en las inevitables negociaciones entre ambos partidos. Y siempre les quedará Eibar, Lasarte y Pasaia para recuperar la sensación de aquellos bríos perdidos.

Principalmente, los socialistas se han hecho necesarios y así cumplen con su objetivo cuando comenzó la campaña. Tras el apretado triunfo nacionalista en Gipuzkoa acudirán dispuestos a entregar sus escaños para ratificar la salida de EH Bildu de la Diputación porque no se espera que Podemos entorpezca la suma mediante un acuerdo para salvar a la coalición soberanista. Y, por supuesto, en San Sebastián donde Ernesto Gasco ha conseguido un resultado alentador con el acierto de ensanchar su equipo con la incorporación de independientes reconocidos en el ámbito municipal.

Superados los malos presagios que auguraban un paso más hacia el precipicio electoral, Idoia Mendia se siente fortalecida después de la renovación internar para preparar sin tensiones el reto de las próximas autonómicas. Eso sí, siempre le quedará atravesada la espina sangrante de Álava.

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