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Carmena anima a refundar la democracia

“Algunos habían convertido lo público en algo para lucrarse. Eso se acabó”, declara la candidata

Pablo León
Manuela Carmena durante el cierre de campaña.
Manuela Carmena durante el cierre de campaña.Bernardo Pérez (EL PAÍS)

"Ea, ea, ea; la alcaldesa pedalea". Al son de esta proclama, un centenar de ciclistas comenzó a pedalear junto a Manuela Carmena, candidata a la alcaldía de la capital por Ahora Madrid. Salía de Atocha, de la puerta del Reina Sofía, con destino el parque Martin Luther King, en Vallecas. Durante ese paseo, de unos 20 minutos, algunos transeuntes aplaudían de manera espontánea, otros gritaban el nombre de Manuela y varios conductores mostraron su apoyo a la candidata cediendo el paso tocando el claxon y saludándola con la mano. "Mira la que has liado", decía un simpatizante desde la bici. Carmena sonreía. También sonreía al llegar al parque Martin Luther King, donde la esperaban más de 2.000 personas. También el resto de su equipo: Nacho Murgui, Inés Sabanés, Mauricio Valiente y Rita Maestre.

"Hemos llegado hasta aquí, pero aún queda un último empujón", decía Maestre desde el escenario, "queda el último esfuerzo para que Madrid sea la capital del cambio". Tras ella, entraron Vicente, realizando un alegato por los trabajadores; Sabanés, que reclamó una ciudad más en sintonía con el medio ambiente; Murgui, recordando los orígenes de esta zona verde ("los vecinos plantamos hace 30 años estos árboles") y finalmente Carmena. "Que sí, que sí, que sí nos representa", la recibió el público.

"Queridos amigos, esto es lo que hemos hecho: marcar el tono con el que vamos a gestionar el Ayuntamiento de Madrid", arrancó Carmena. Tras recordar los inicios de esta larga campaña y que ella no quería hacer mítines ("la sociedad estaba harta de recibir palabras desde arriba; yo prefiero las palabras desde abajo"), la candidata ha bromeado sobre el hecho de que dos abuelas, por Aguirre y ella misma, se disputen la alcaldía de la capital, en base a las encuestas. Dos yayas con un matiz: "Una representa lo que no puede volver; la otra, vuestros anhelos". "Amo la democracia porque soy de los pocos que están aquí que vivió la dictadura. Vamos a recordar esta fecha como algo especial porque estamos ante un proceso de refundar la democracia, que se nos había ido de las manos. Algunas personas habían convertido lo público en algo para lucrarse, algo privativo... eso se acabó", exclamó desde el escenario. Ya había anochecido, pero Carmena, sin percatarse, permanecía con las gafas de sol puestas. Estilo estrella del rock. Como la ovacionaba un público entregado cada vez que tenía ocasión. Tras media hora de intervención y antes de ir a recoger su bicicleta, Carmena dejó un último mensaje: "Ojalá el domingo vuelva la dignidad a Madrid".

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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