_
_
_
_
_

Adopta a un tío y verás

Una de las páginas web de contactos más exitosas traslada su experiencia al mundo real en el centro de Madrid.

Un mural dentro del pop up store de "Adopta a un tío"
Un mural dentro del pop up store de "Adopta a un tío"jaime villanueva

Ana y José, 22 años y de Almería, uno menos y de Madrid, relatan cómo se conocieron: “Fue hace un tiempo”, se adelanta él, “yo entonces llevaba una cresta y mi nombre era Punki. Entonces la vi, me gustó y le mandé un hechizo”. Ella interviene, animada: “Como me atrajo, lo acepté y lo metí en mi carrito de la compra. Y hasta hoy. Tengo que reconocer que siempre me gustaron raritos”. El tono algo surrealista de esta conversación, digno de una escena de David Lynch, tiene su origen en que la pareja no se conoció en un bar, sino en una red social: Adoptauntio.com, que presume de diferenciarse del resto de plataformas ‘online’ de ligamiento en que “deciden las chicas”, según Clara Bizien, portavoz internacional de la aplicación francesa. Estos días, trasladan su experiencia pixelada a algo tan tangible como un local del centro de Madrid.

El evento pretende que quien se acerque experimente en vivo, en directo y en sus carnes, lo que se cuece en la citada web: 12 cajas de cartón a escala humana emulando los receptáculos del muñeco Ken, y en cada una, el respectivo adonis etiquetado como “El mecánico”, “El geek”, “El aventurero” o “El rockero”, todos engalanados con la correspondiente parafernalia para dar rienda suelta a la imaginación de las asistentes. O no.

“Esto me parece inaceptable, esos tíos ahí expuestos, como cachos de carne”, dice una mujer de mediana edad mientras espera en la cola de la barra de cócteles gratis dispuesta para la inauguración. “Pídeme un Pelirrojo con mucho hielo”, le responde su amiga. Las bebidas tienen otros nombres como Barbudo o Intelectual. Triunfa el Barbudo, que lleva lima y ron y “es el más refrescante”.

“No somos una web feminista, sino femenina”, se apresura a aclarar la portavoz de Adoptauntio.com. “El objetivo es pasarlo bien”, sigue, “aquí el perfil no es el de quien viene a buscar un rollo de una noche, sino quien busca una comunidad con inquietudes afines. Por eso los que se apuntan están muy definidos”.

Es complicado equivocarse: desde Bigotes hasta AC/DC (“así sabes qué tipo de música le gusta”), las etiquetas son infinitas para saber, en todo momento, que das con el ‘tío’ adecuado. Ellas eligen desde el principio, y ellos se exponen. Sobre una pared, una composición a base de ‘polaroids’ muestra un centenar de aspirantes de la red a que los adopten. Todos guapísimos. “No es casualidad”, aclara Bizien, “al principio, cuando llegamos a España, promocionamos la web en círculos como tiendas y restaurantes de moda, agencias de marketing, etc, donde sabemos que de entrada habrá chicos con gusto a la hora de vestirse o arreglarse”. No le ha salido mal la jugada: nuestro país, con 5.000 nuevas inscripciones al día, es su segundo mercado después de Francia, y triunfan también en Italia, Alemania, Polonia, México, Argentina y Brasil.

Sus fundadores, Manuel Cornejo y Florent Steiner, ahora treintañeros, tienen intención de seguir expandiendo más allá su exitosa idea, que surgió hace ocho años en un piso de París, durante una fiesta. “Se acercaron a un grupo de chicas, y se dieron cuenta de que conversaban en voz baja de una web de encuentros, porque les daba vergüenza hablar de ello. Entonces se les ocurrió montar una red de contactos, más que de encuentros, donde el objetivo final no fuera una aventura de una noche” cuenta Bizien, y añade: “El hecho de que sea la única web de este tipo en la que las mujeres eligen es lo que la ha hecho diferente”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_