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Ximo Puig: “El único peligro para la sociedad es que continúe el PP”

El candidato del PSPV-PSOE a la Generalitat valenciana abre la puerta a un tiempo nuevo de diálogo

El candidato del PSPV-PSOE a la presidencia de la Generalitat, Ximo Puig.
El candidato del PSPV-PSOE a la presidencia de la Generalitat, Ximo Puig.MÒNICA TORRES

Los cambios políticos de los últimos tiempos, con la emergencia de nuevos partidos, y el desgaste del PP sitúan a Ximo Puig (Morella, 1959) ante la paradoja de que un socialista pueda volver al Palau de la Generalitat Valenciana dos décadas después de que lo abandonara Joan Lerma, aunque con el menor apoyo electoral del PSPV-PSOE en toda la historia autonómica. Hombre de talante conciliador, Puig defiende la seriedad de su proyecto y abre la puerta, a la vez, a un tiempo nuevo de diálogo y pacto. Un tiempo marcado por una situación de emergencia que exige, como ha reiterado en la campaña, apartar a la derecha del poder.

Pregunta. En esta fase final de la campaña, ¿tiene la impresión de que se ha reforzado la expectativa de cambio o cree que hay todavía demasiados indecisos?

Respuesta. Hay una mayoría social de cambio clara.

P. ¿Será esa mayoría de cambio traducible en un gobierno, tras las elecciones?

R. El único peligro que tiene la sociedad valenciana es el continuismo, que el PP continuara en el gobierno, porque eso acentuaría la frustración colectiva. A partir de ahí, generosidad, responsabilidad y renacimiento de la Comunidad Valenciana. Creo que será posible.

P. Ese escenario sitúa a los socialistas en una posición central a la hora de articular una alternativa, pero también en una posición incómoda…

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R. Hemos de construir la alternativa más sólida posible porque, efectivamente, la foto finish de este tiempo, de 20 años del Partido Popular, es que la sociedad valenciana ha sufrido una crisis política, social y económica que ha llevado a unos indicadores de emergencia, 12 puntos menos de renta per cápita, 31% de exclusión social, 40% de deuda, 37% de fracaso escolar. Además, nos hemos quedado sin sistema financiero, que podría haber sido un instrumento importante para la recuperación y que ahora no tenemos. A todo eso hay que sumar una hipoteca reputacional enorme.

P. ¿Ha constatado puntos de convergencia entre fuerzas políticas que puedan hacer viable una alternativa conjunta?

R. Sí. Será fácil hacer un programa de acuerdo con todo lo que se ha ido planteando. A medida que avanzaba la campaña, ha habido un aterrizaje en la realidad. Los partidos en la oposición son conscientes de la inviabilidad actual de la Generalitat. Algunos no lo acaban de ver todo, pero, además de gobernabilidad, saben que hay que hablar de viabilidad. El PP, entre otros desastres, ha conseguido deteriorar tanto la Generalitat que habrá problemas de liquidez en los próximos meses. Se ha formado un cóctel de corrupción y mala gestión económica, de ineficacia absoluta.

P. Un fracaso político...

R. Se ha gestionado tan mal, de una forma tan arbitraria y clientelar, que ha llevado a situaciones como el cierre de Canal 9. Al margen de lo que significa en términos culturales e identitarios, nos deja, en términos económicos, 1.200 millones de deuda y, además, deja en el aire dos sociedades todavía sin liquidar, mientras la televisión está costando más cerrada que si estuviera abierta. Solo eso sería suficiente para hacer volar un gobierno. Después vendrá la Feria de Valencia. Mil millones de euros nos costará a los ciudadanos la locura que han hecho allí. Lo mismo ocurre con la gestión ordinaria. En los presupuestos de este año, el diputado Julián López ya lo denunció en las Cortes Valencianas, se incluyen mil millones que son mentira. Y qué decir de los 2.000 millones de euros en facturas en los cajones, con los que han engañado a Europa. “El día que se jodió el Perú” sabemos cuándo fue: en estos veinte años.

P. Supongo que en su opinión, una alternativa a todo esto exige un partido socialista fuerte.

R. Como más fuerte sea el PSPV-PSOE, más capacidad tendremos de lograr un cambio seguro, potente. El nuestro no es un programa improvisado. En él han participado miles de personas, los mejores expertos económicos de este país. Hemos hecho un programa de gobierno y centrado en la realidad de aquí. Nosotros no acabamos de aterrizar. El otro día escuchaba a Pablo Iglesias decir que las diputaciones no tienen mucho sentido y que Podemos tendrá que estudiarlo. Oiga, yo llevo años estudiando el asunto y hace años que sabemos lo que debemos hacer: usar bien la Ley de Coordinación de Diputaciones, intentar llevarla hasta el final y, si es necesario, cambiarla. Tenemos un programa que aporta solvencia. El socialista es un partido modernizador que aporta innovación. Hemos hecho las primarias abiertas más participativas de toda España. Entendimos el mensaje y abrimos las listas a independientes. Entendimos el mensaje de que hay que recuperar la confianza en la política. Esa es la primera cuestión. Lo primero que ha de hacer el nuevo Gobierno de la Generalitat es recuperar la confianza en la dignidad de la propia institución.

P. Se quiera no, planea sobre el escenario que se abrirá tras las elecciones autonómicas el caso de Andalucía. ¿Cree que aquí tardará tanto en conseguirse un acuerdo de investidura?

R. Creo sinceramente que eso no va a pasar aquí. La situación allí tiene mucho que ver con la coyuntura electoral.

P. ¿Cree usted que está madura la posibilidad de un acuerdo?

R. En esta campaña, pero también antes de la campaña, hemos coincidido mucho los grupos. Hay muchas coincidencias de diagnóstico. Por otra parte, todos hemos de ser conscientes del momento de emergencia que vive la Comunidad Valenciana. Soy partidario de buscar un acuerdo con generosidad, con responsabilidad, pero tiene que haber un Gobierno.

P. ¿Un gobierno que no sea un mero reparto de cuotas?

R. Efectivamente. El PSPV-PSOE es un partido de gobierno, pero yo no quiero hacer un Gobierno partidista. Quiero que sea un Gobierno lo más sólido posible y capaz de levantar esta situación, que no será fácil.

P. Eso dependerá también de los socios, ¿no?

R. Los nuevos partidos tienen que asumir su responsabilidad. Si acaban haciendo una política de obstruccionismo, eso es más viejo que nada. El hecho de que un partido sea nuevo no garantiza que sea más innovador ni más modernizador. Si los ciudadanos han decidido que se amplíe el número de partidos, me parece bien, pero lo que después no puede ser es que no se dé respuesta a las expectativas de esos ciudadanos. Cada uno debe asumir sus responsabilidades. El diálogo será fundamental en está nueva etapa, pero no solo entre los partidos que puedan sustentar al Gobierno , sino en general en la sociedad valenciana.

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