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PATÉ DE CAMPAÑA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Más brutos que el ‘arao’

Agresiones por las protestas de activistas de la PAH en la visita de Rajoy a Barcelona

Un grupo antidesahucios protesta contra Rajoy.Foto: atlas | Vídeo: toni albir (efe) / atlas
Cristian Segura

Gregorio González sale del mitin del PP como el líder de una manada. Recio y chaparro, corredor de seguros jubilado del Carmelo, González, fanfarrón, dice a su mujer y a sus amigos que como vea a los de la PAH, “les doy un garrotazo”. Lleva una bandera catalana y española. Ya fuera del pabellón de la Nova Icària, González se va directo hacia donde están los manifestantes, pero la policía no le deja pasar. Minutos antes, cuatro manifestantes de la PAH habían lanzado proclamas durante la intervención de Mariano Rajoy. Fueron expulsados del auditorio mientras recibían banderazos de jubilados como González.

“Es que esta gente son burros. Como decíamos antes, más brutos que el arao. ¿De qué sirve provocar? Lo que han de hacer es apoyar a España para que nos vaya bien a todos”, afirma González mientras lidera el grupo hacia el autocar que los ha traído al Poblenou. A escasos metros de donde estamos, Xavier García Albiol se despide de sus fans. “¡Machote! ¡Dales caña! ¡Nosotros somos más! Que se vaya la policía y acabamos con ellos”, le pide una señora. La señora no se quiere identificar. Una compañera suya, más serena, razona en catalán: “Nosotros no vamos a provocar a los mítines de la Colau. A los del PP no nos dejan en paz”.

Rajoy ha tenido que interrumpir su discurso en las varias ocasiones en las que los activistas antidesahucios han irrumpido para escenificar su malestar. Han sido insultados de todas las formas posibles y todos han recibido golpes de bandera con excepción de un hombre mayor, quizá porque los airados jubilados del PP se han visto identificados en él. Ninguno de los agresores era el prototípico militante mocasín del PP -excepto  Esteban Gesa, candidato del PP en  Sabadell-, más bien era cosa de su brazo proletario. Fuera, la policía era superior en número a los seguidores de la PAH. Se repetían los Viva a España, en algunas ocasiones para celebrar los videos promocionales del partido, en otras para responder a los gritos de protesta que llegaban desde la calle.

En un patio donde los fumadores podían seguir el acto a través de una pantalla gigante mientras daban rienda suelta al vicio, Gracia Úbeda, de Castelldefels, sentada en una silla de plástico, concede que el Gobierno de Rajoy ha cometido errores: “Han hecho cosas mal, es verdad, pero ha conseguido que no nos rescataran. Por eso les volveré a votar. Eso sí, si no les votara, daría apoyo a Albert Rivera”. La señora fan de Albiol, la del “que se vaya la policía y acabamos con ellos” está decepcionada con Rivera. “Los Ciudadanos nos han traicionado. Pactarán con quien sea, también con estos que nos insultan”. El presidente del Gobierno ha asegurado que “los doctrinarios de mi época universitaria están agotados, es caduco”. Los de su época universitaria es muy probable que lo estén, aunque mala leche no les falta, sobre todo si tienen una bandera en la mano.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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