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Una ‘webcam’ para vigilar a las golondrinas

Una de las colonias más numerosas de la especie vive en el aparcamiento de la Autónoma

Imagen de la 'webcam' que SEO Birdlife ha colocado en un nido de golondrinas.
Imagen de la 'webcam' que SEO Birdlife ha colocado en un nido de golondrinas.

Si uno baja al aparcamiento subterráneo de la Universidad Autónoma y cierra los ojos, puede imaginarse sin problemas que está en el campo. Los trinos de los pájaros resuenan entre el rugido de los coches y, en el techo, un centenar de nidos aguardan la época de cría. Allí abajo, por extraño que parezca, habita una de las colonias de golondrinas más importante de la Comunidad de Madrid. Desde hace una semana, una webcam retransmite en directo la vida de una de las parejas.

La hembra ya ha puesto cinco huevos y los polluelos tendrían que nacer a finales de mes. Es el segundo año que la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife) y la Universidad ponen en marcha esta ventana abierta a la naturaleza, que se puede seguir en Twitter con el hashtag #webcamgolondrina o en la web de SEO. “El proyecto sigue la máxima de que para proteger lo que tenemos, primero hay que conocerlo”, explica Carlos Hernáez, zoólogo y miembro de la organización.

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Antes de colocar la cámara, el grupo SEO-Montícola que la asociación tiene en la Autónoma —que integran profesores y alumnos— tuvo que seleccionar con cuidado el nido que iban a grabar. No podía estar muy alto, debía ser accesible y, sobre todo, tenía que ser elegido por una de las parejas para poner allí sus huevos, pues aunque en el garaje del campus de Cantoblanco hay un centenar de nidos, no todos están siempre ocupados.

El grupo de la Autónoma lleva siguiendo esta colonia desde 1998. Controlan sus movimientos y anillan las aves para trazar las rutas de migración que siguen una vez que llega el frío y las golondrinas abandonan Madrid y emprenden rumbo a África. Por su número de ejemplares y de nidos, es una de las colonias más relevantes de la región. “Al menos, en núcleos urbanos”, apunta Javier Seoane, profesor del departamento de Ecología. “El problema es que en Madridno hay un censo de golondrinas, así que puede haber colonias más grandes en zonas rurales de las que todavía no tengamos noticia”.

Aunque insólito, el lugar que las golondrinas de la Autónoma han decidido habitar en la época de cría les proporciona todo lo que necesitan: cobijo, tranquilidad y alimento. Pueden salir y entrar a su antojo, pues el aparcamiento está abierto, y tienen la seguridad de que nadie va a destruir sus nidos. “En realidad, la única diferencia que hay entre un establo y un garaje es el ruido”, señala Seoane.

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El experimento, que no tiene una finalidad científica sino meramente divulgativa, quiere poner el foco en esta especie que, aunque común y poco llamativa, está en peligro. Según los datos de SEO —que el año pasado la nombró ave del año— en la última década España ha perdido un 30% de sus golondrinas (10 millones), sobre todo por el uso de insecticidas en el campo y por la despoblación de las zonas rurales, donde suelen anidar.

La golondrina común fue Ave del Año 2014. /SEO BIRDLIFE

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