Collboni se compromete a no parar proyectos que estén en marcha

La prioridad de los socialistas en Barcelona han dejado de ser los grandes proyectos, véase La Sagrera. No siquiera algunos de los que ya están en marcha, como la reforma de la plaza de las Glòries, con cuya definición final no están de acuerdo: “pero nosotros no haremos como el alcalde Xavier Trias que cuando ganó hace cuatro años lo primero que hizo fue paralizar la reforma de la plaza. Aunque en este momento nos pueda parecer insolidario gastar 200 millones en un túnel que está mal diseñado, no lo pararemos si gobernamos”, aclaró el alcaldable del PSC por Barcelona, Jaume Collboni, en el turno de preguntas tras una conferencia en el Colegio de Arquitectos en la que presentó el plan Rumb, las propuestas en materia de urbanismo. Unas prioridades que han sido diseñadas en gran parte por el número 3 de su candidatura, el arquitecto Daniel Mòdol, que ha marcado diez prioridades, correspondientes a otras tantas zonas de la ciudad, en lo que han denominado urbanismo social.

Una propuesta que bebe, en buena medida, del plan de barrios que aprobó el último tripartito de la Generalitat para la rehabilitación de zonas degradadas y con problemáticas socioeconómicas. Aquel plan se paró en seco al tiempo de la llegada de CiU al gobierno de la Generalitat y por la crisis económica. El PSC cree que en Barcelona ahora lo que toca es retomarlo y por eso la rehabilitación es la prioridad con una previsión de reformar 80.000 viviendas. Una intervención que, según sus cálculos, tendrá un impacto de creación de 10.000 puestos de trabajo -su promesa electoral en materia de empleo es la creación de 30.000 empleos- en la construcción y en sectores de profesionales y oficios que giran a su alrededor.

Una rehabilitación del parque de viviendas -muchas de ellas sin ascensores- y de equipamientos -a reformar y de nueva planta- que se focaliza en 10 zonas: Nou Barris -Ronda (Canyelles, Roquetes, Guineueta, Verdum, Prosperitat, Trinitat Nova y Trinitat Vella- Nou Barris-Turons (Turó  de la Peira, Vilapicina, Torre Llobeta y Congrès Indians), Sant Martí-Gran Via (La Verneda, La Pau, Sant Martí Provençals, Besòs y Maresme), Sants-Gran Via (La Bordeta, Marina de Port), Paral·lel-Rondes (Raval, Poble Sec y Sant Antoni), Nou Barris Nord (Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona), Sant Andreu-Besòs (Bon Pastor y Sant Andreu casc antic), Glòries nord (Sagrada Familia, Camp de l'Arpa y Navas), Ronda-Guinardó (Baix Guinardó, Can Baró y Camp d'en Grassot y Gràcia Nova) y Horta-Ronda (Sant Genís y Teixonera). Gran parte de esas intervenciones estarían ligadas a la cobertura de la Ronda de Dalt, otra de las prioridades de los socialistas en materia de infraestructuras. "Nosotros hablamos de urbanismo social para combatir las desigualdades que están sufriendo esas zonas de la ciudad que creen que ya no están en Barcelona por el proceso de guetización que padecen", definió Collboni.

Un plan que va más allá de un mandato, según explicó Collboni. Entre otros motivos porque requiere de una inversión importante: unos 260 millones por mandato, de los que el 50% serían aportados por el Ayuntamiento y el resto por fondos del Gobierno central. "Y una inversión pública en rehabilitación que está comprobado que genera más inversión por parte del sector privado, a razón de 4 euros del privado por uno público de media", apuntó el arquitecto Mòdol en la presentación del plan. Con lo que la cifra total alcanzaría los 1.000 millones.