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Un millón en ayudas para el centro cultural de un pueblo ourensano

Xunta y Diputación reactivan cada cita electoral las subvenciones desde 2007

Cada cuatro años, coincidiendo en periodo electoral, el Ayuntamiento ourensano de A Peroxa (2.000 habitantes) recibe subvenciones de las Administraciones públicas para construir un edificio cultural. El inmueble, iniciado en 2007, ha consumido hasta el momento un millón de euros aportados por el Consorcio Turístico de la Ribeira Sacra, Ministerio de Administraciones Públicas, Xunta de Galicia, Unión Europea y Diputación, pese a lo cual no se adivina su final. “¿Usted sabe lo que es hacer en el rural una obra de un millón de euros?” justifica la demora el alcalde, Manuel Seoane (PP), explicando que considera “secundario” el inmueble, con lo que ha optado por ir “a cuentagotas para presionar a las instituciones a que sigan dando ayudas”. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Antonio Fiuza, asegura que alguna de ellas, como la de la biblioteca, recibida en 2009 del Plan E y que aún no se ha construido, era finalista”.

En opinión del regidor, el edificio no es caro. Para demostrarlo, hace una comparativa: “Los 13 kilómetros de carretera de Coles a A Peroxa salieron por cuatro millones”, señala. Y puntualiza que la inversión real de la obra “no supera los 600.000 euros porque el 40% se lo llevan el IVA, las tasas y el beneficio industrial”.

Aunque secundario, el inmueble del que el alcalde anuncia ahora la licitación para este año, es “necesario” para el pueblo. “No tenemos un lugar decente donde dar un mitin, ni una actuación de teatro o de la banda de música”, enumera Seoane las necesidades. Fiuza advierte sin embargo de que las Administraciones reactivan cada cuatro años las interminables ayudas que el regidor incluye cita tras cita electoral en su campaña. “El primer anuncio del remate fue en 2007 y el alcalde lo metió en su programa; en 2011, volvió a incluir como compromiso electoral el fin de la obra y ahora anuncia, de nuevo en elecciones, otro final con otra partida que le acaban de conceder la Diputación, la Consellería de Cultura, Agader y Ardecou”.

A lo largo de estos ocho años, la promesa electoral millonaria ha ido cambiando de denominación. Primero fue “edificio multiusos”; después, “biblioteca”, más tarde pasó a llamarse “centro cultural”, “centro juvenil”, “museo etnográfico” y ahora, “casa de la cultura”. La última partida, por 557.068,51 euros, llegó coincidiendo con estas municipales.

En este último caso, Seoane le ha dado dos destinos distintos. Una primera junta de gobierno la adjudicó a “adaptación de bajo y planta del edificio multiusos para oficinas de servicio para la economía y la población rural”. Posteriormente la incluyó como “adaptación de bajo para auditorio y aula para la tercera edad”. “Incluso algunos de estos proyectos estuvieron ya adjudicados a Tragsa y fueron paralizados, suponemos que por la imposibilidad de justificar en plazo las subvenciones”, sostiene el socialista.

Aunque de momento la estructura inacabada impide adivinar a cuál de estas denominaciones responderá, Fiuza denuncia que “la inversión realizada hasta el momento no se corresponde con lo edificado”. Alerta asimismo de que parte de las cuantiosas ayudas de la Diputación proceden de Planes Provinciales, cuando estas partidas “deberían destinarse a la red viaria”, y de subvenciones que el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, “le ha otorgado a dedo”. “Es un edificio muy grande, tiene tres plantas de 300 metros cuadrados cada una”, justifica el alcalde el millonario gasto.

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