Erkoreka critica que la nueva Ley de Vivienda tendrá un “efecto llamada”

La polémica está servida. Si era evidente que al PNV no le gustaba el proyecto de ley de Vivienda del PSE, que después de diversas enmiendas van a apoyar la izquierda abertzale y UPyD, esta mañana ha quedado claro que el Gobierno va a iniciar una auténtica batalla para intentar que no se apruebe, primero, y si sale adelante, poner en marcha toda la artillería disponible para paralizarla. El portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka ha dicho que la ley se ha diseñado sin unos estudios de impacto económico serio que la hacen "inasumible presupuestariamente hablando" y además va a tener un efecto llamada porque "regula el derecho subjetivo a una vivienda desde el minuto uno de cualquier persona que venga a Euskadi".

Fuentes del PSE han calificado de "mentira" las aseveraciones de Erkoreka sobre los requisitos para reclamar el derecho a una vivienda de alquiler, y la izquierda abertzale ha asegurado "que es falso". Los requisitos iniciales, a falta de la relamentación que elabore el Gobierno a partir de la aprobación de la ley son de cuatro años en Etxebide como solicitante de vivienda y para ello existen requisitos de empadronamiento. "En ningún caso y en ningún escenario se trata de que una persona reclame al día siguiente de llegar de cualquier parte del mundo un piso de alquiler", ha rechazado ambas formaciones.

Erkoreka, sin embargo, lo ha visto claro.  "Si usted reconoce el derecho a la vivienda desde el primer día a quien venga aquí, algo que no está en ninguna de las legislaciones de los países que inventaron el Estado del Bienestar, eso puede crear un atractivo mundial" ha explicado. Según ha dicho, aunque a renglón seguido ha reconocido que no se conoce al dedillo la ley, transitoriamente habla de cuatro años de inscripción en Etxebide, pero esos años van disminuyendo "y al cuarto año se puede acceder a una vivienda desde el primer día. Usted venga de donde venga puede ejercer el derecho subjetivo a la vivienda".

Es mentira que se adquiera el derecho desde el primer día"

El portavoz del Gobierno, que se ha reservado el derecho del Ejecutivo a tomar cuantas medidas sean necesarias para parar esa ley si finalmente "se aprueba tal y como está", ha explicado que "lo que estamos haciendo ahora es apelar a la responsabilidad, y advertir de las consecuencias que se pueden producir si se aprueba. Lo que haremos después ya veremos. Se trata de una ley sin parangón en ninguna legislación avanzada, e insisto, el fenómeno del efecto llamada se puede producir".

Sin embargo, ese no es el único problema para el Ejecutivo vasco. El económico es el segundo que entienden de calado. "Si antes podía suponer un impacto de 715 millones de euros, ahora las estimaciones se disparan sin límite, porque se han abierto la legislación sin limite. En ese escenario la previsión económica es imposible", El Gobierno estimó que el impacto podría ser de 715 millones en diez años, es decir, 71,5 al año. El PNV apuntó ayer que a esa cantidad habría que sumar en torno a 90 millones adicionales, lo que podría elevar el impacto anual al entorno de los 160 millones.

No es un problema de sensibilidad", dice Erkoreka

"El Gobierno quiere dejar clara constancia que esto no es sensibilidad social sino de rigor en las cuentas públicas. No es un problema de sensibilidad social porque el Gobierno tiene un programa social sin parangón en España, y el compromiso es evidente, y particularmente con las políticas de vivienda. En Euskadi unas 30.000 familias que están siendo partícipes de la pensión complementaria de vivienda. No es un problema de sensibilidad social ni de compromiso sino de rigor con las cuentas". Un rigor que el PSE, EH Bildu y UPyD han exigido al portavoz a la hora de conocer la ley. "Erkoreka está tergiversando la realidad y el texto del proyecto de ley porque lo que dice no es cierto", han criticado desde UPyD.

Junto a la crítica económica y el "efecto llamada", Erkoreka ha subrayado que la ley puede perjudicar a los vascos que tienen una segunda residencia en euskadi frente a quienes la tienen fuera, porque si sobre los segundos Euskadi no podrá tener control, sí sobre los primeros en caso de que decidan no ponerla en alquiler y haya que aplicarles el canon por vivienda vacía. "Y además puede suponer el fin del alquiler privado en Euskadi", ha dicho.