_
_
_
_
_

‘Los dos ciegos’ en el metro

La Fundación Juan March abre el miércoles un ciclo de teatro musical de cámara Cuenta con un doble programa de Barbieri y Chabrier en escenarios como el andén de Chamberí y un colegio abandonado

Montaje del escenario para 'Los dos ciegos',de Barbieri.
Montaje del escenario para 'Los dos ciegos',de Barbieri.dolores i. f.

A veces hay obras que no solo no necesitan un gran teatro que las estrene, sino que solo tienen sentido si la sala que las acoge es de un tamaño mínimo, en la que el escalón entre público y artistas sea fácil de salvar. En esa línea, la Fundación Juan March abre el próximo miércoles un ciclo de teatro musical de cámara en colaboración con un Teatro de la Zarzuela cada vez más abierto.

Ambas piezas forman parte de lo que en el siglo XIX se conocía como teatro por hora

No es común ver en la sala de la calle Castelló una obra musical escenificada. Con una gran actividad concertística y de música de cámara, el auditorio de la fundación ha decidido abrir las puertas a los decorados y estrenará una versión escenificada de dos obras de Barbieri y Chabrier. La primera que integra este doble programa se adentra en las profundidades de la hoy estación fantasma de Chamberí. En los túneles del metro madrileño transcurre Los dos ciegos, una historia escrita en el siglo XIX de dos falsos ciegos que piden limosna y que compiten con picaresca por las migajas de los poderosos hasta que se dan cuenta de que solo asociándose podrán llegar a buen puerto. Lo curioso de esta obra es que Barbieri rescata un texto para el que Offenbach había escrito una bouffonerie —una pieza musical cómica— el año anterior, e incluso mantiene una de las piezas musicales del compositor francés en su versión.

La ocasión sirve también a la Fundación Juan March para recuperar la memoria sobre Offenbach y su presencia en las salas madrileñas. Hasta 14 teatros de la ciudad acogieron las obras del compositor francés que luego inspiraría a Barbieri durante su estancia en París. Casi 50 representaciones de obras del compositor pudieron verse en Madrid en menos de 20 años, con una amplia aceptación por parte del público de la época.

La otra obra que compone el doble programa es de Emmanuel Chabrier, autor de la conocida Rapsodia española. Une éducation manquée, es una pieza en formato minimalista, en la que unos recién casados intentan solventar sus dudas sobre cómo afrontar la noche de bodas. Para este montaje, nos trasladamos no a una alcoba o salón, como sugiere el libreto, sino a un aula de un colegio que parece abandonado. Allí, los amantes buscan respuestas sobre cómo afrontar su noche de bodas y parece que no reciben los consejos esperados, hasta que es la propia experiencia y la iniciativa propia la que les conduce a esas soluciones. Esta opereta, una de las cuatro que Chabrier consiguió terminar, fue estrenada en París en el último cuarto del XIX con el propio compositor tocando la parte del piano. En esta ocasión, y como el teatro musical de cámara pide, ambas obras serán interpretadas con el piano haciendo la parte instrumental y como sustento para los cantantes.

Sirve para recuperar la memoria sobre Offenbach
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Ambas piezas, sobre todo la de Barbieri, forman parte de lo que en el siglo XIX se conocía como teatro por horas, una experiencia que hoy se ha recuperado en algunas salas ante la crisis bajo el lema de microteatro. Obras cortas, de temáticas más cotidianas, que buscan la reducción de recursos y de personal y que se entremezclan en una misma sesión. Esta es la segunda experiencia de la fundación con propuesta escenificada después de la recuperación el pasado marzo de Fantochines, la ópera de Conrado del Campo.

Este ciclo se complementa con los conciertos de los sábados, dedicados a la zarzuela cómica. El día 16 podrá verse un homenaje al libretista Guillermo Fernández-Shaw, con la soprano Carmen Solís y el tenor Juan Manuel Cifuentes. Una semana después, será el turno para la zarzuela La salsa de Aniceta, de Ángel Rubio, con un preámbulo de canciones interpretadas por Ruth Iniesta. Y para cerrar el ciclo, el día 30, una versión semiescenificada de dos parodias operísticas. Por una parte, La Golfemia —parodia de La Bohème— y por otra La Fosca —parodia de la Tosca de Puccini—, ambas con música de Luis Arnedo.

Teatro musical de cámara. Días 6, 8, 9 y 10 de mayo en la Fundación Juan March. Entrada gratuita.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_