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PP y PSC recurren a listas fantasma por la falta de implantación territorial

Muchos candidatos no tienen vínculos con los municipios donde se presentan "Faltaba gente y me designaron", dice el cabeza de lista de Palma de Cervelló

Melanie Casique, primera por la izquierda, junto a su padre Bernardo, en una imagen de Facebook.
Melanie Casique, primera por la izquierda, junto a su padre Bernardo, en una imagen de Facebook.

La confección de listas electorales para el 24 de mayo en los 947 municipios de Cataluña no es tarea fácil para ningún partido. Mucho menos para el PSC y el PP, que padecen hace tiempo una diáspora de militantes y simpatizantes y les ha obligado a recurrir a las listas fantasma. Son candidaturas que se formalizan con personas sin vínculo alguno con el municipio por el que se presentan. En ocasiones los candidatos no solo residen fuera, sino en otra provincia y hasta en la otra punta de España.

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Un ejemplos muy gráficos es de Vilanova de Meià, municipio leridano de unos 500 habitantes, donde los números dos a siete de la lista del PP son de Lanzarote, Madrid, Málaga y Ourense. Pero hay otros muchos casos: el PP ha completado la lista de Sant Joan de les Abadesses con candidatos de Getafe; otro de Berga no estaba censado en el municipio y el sustituto propuesto concurría por UPyD de El Ferrol. El diputado José Antonio Coto figura en una lista de Guardiola de Berguedà. Xavier Jiménez Pasamonte, líder de las juventudes del PP en L'Hospitalet, es el cabeza de lista en Capellades y alega que tiene en ese municipio una casa de verano.

El PP y el PSC han actuado a contrarreloj para aumentar sus listas: los primeros pasaron en tres semanas de 380 a 525 y los socialistas lograron en apenas 15 días confeccionar 177 candidaturas más en municipios pequeños, hasta un total de 546.

El número de ediles determina las diputaciones y consejos comarcales

En el PSC abundan también las listas fantasmas. En Lleida, por ejemplo, hay una docena de casos en que los candidatos residen en Barcelona. Como sucede con Elixabete Benito, militante de la Juventud Socialista y vecina de L'Hospitalet que encabeza la lista de Estamariu. O el caso del diputado Joan Carles Canongia, candidato en Els Omellons que en 2007 lo fue en Molsosa y ha sido concejal en Manresa.

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Assumpta Escarp, secretaria de organización del PSC, asegura que “parece que hay gente que tiene interés en que no se pueda votar a los socialistas” y añade que su partido “siempre intenta poner candidatos que tengan proximidad con el territorio”. Esa falta de vínculo afecta en mayor o menor medida a casi todas las formaciones. Los números 2 y 3 de Ciutadans en L'Hospitalet, por ejemplo, viven en otra ciudad y el cabeza de lista de ERC en Arenys de Mar reside en Vallgorgina. Del mismo modo, cuatro de los siete primeros candidatos de CiU Cunit, incluida la alcaldesa, viven en otra población.

Sánchez-Camacho prometió en 2011 que “miraría hasta la última pedanía”

El interés de los partidos en las listas fantasma es el de lograr el máximo número de ediles porque eso provoca un efecto dominó. Así, la representatividad de las entidades supramunicipales (diputaciones y consejos comarcales) se calcula a partir de los votos y los concejales, igual que la subvención pública para los partidos. Y en municipios de menos de 250 habitantes es posible tener representación con uno o dos votos, por lo que en ocasiones presentan listas con un solo candidato.

Tras las elecciones de 2011, Alicia Sánchez-Camacho dijo que su objetivo era no hacer listas fantasmas. “Siempre he creído que las listas deben estar arraigadas al territorio. Le aseguro que en las próximas miraré hasta la última pedanía aunque tenga 100 habitantes porque todo los municipios son dignos y necesitan una gente y una persona de su territorio. Y si no tenemos, no habrá”.

Pero el PP ha reincidido. Su portavoz Enric Millo admitió que a veces no tienen más opción que rellenar las listas con candidatos foráneos. “Son personas que comparten nuestras ideas y valores y se lo agradezco. Hay gente que tiene miedo a las represalias por estar en una lista del PP”, dijo y remachó: “No es una estafa: es una lista del PP. No es éticamente reprobable: la gente vota por sus ideas y hay Ayuntamientos que solo defienden un tipo de sociedad”. Camacho arguyó que sus concejales han sufrido mucha presión tras el 9-N y que han tenido problemas para confeccionar listas. El PP pone el ejemplo de Almatret, con alcalde del PP en este mandato, donde no han podido presentar listas. Pese a todo, el PP presenta solo 15 candidaturas menos que en 2011.

"Faltaba gente y me designaron"

El PP sostiene que su estrategia es situar como cabezas de lista a personas del territorio y completarlas con militantes de fuera. Enric Millo, portavoz del partido, explicó ayer ese esquema que no se ha aplicado exactamente así en dos municipios. Bernardo Casique y su hija Melanie son un ejemplo de lo que sería una lista fantasmas: el primero encabeza la candidatura de La Palma de Cervelló (Baix Llobregat) y la segunda la de Centelles (Osona).

“Yo vivo en Barcelona y me designó el comité electoral del partido porque faltaban candidatos”, dice Bernardo Casique, de origen peruano, abogado y que vive en Cataluña desde hace 22 años. Hace cuatro se afilió al PP y ahora preside la Plataforma Hispanoamericana de Cataluña, un colectivo que participó en una fiesta del 12-0 convocada por España i Catalans.

Bernardo Casique reconoce que lidera la lista por La Palma de Cervelló como podría hacerlo de cualquier otro municipio y que se siente cómodo en ese papel. Aún no ha empezado a hacer campaña y admite que conoce poco la población en la que se presenta. Lo más importante, dice, es que “el PP y el PSOE incluyan en sus listas a personas emigrantes”.

Melanie, su hija, también es sincera sobre su aterrizaje como cabeza de lista del PP. “Conozco poco el pueblo, pero mi novio es de Centelles y desde hace un año a veces voy por allí. Me ofrecieron estar en la lista a través de mi padre, que a veces me llevaba a eventos políticos”, dice Melanie, que participó en un acto junto a Sánchez-Camacho. “Es cierto que los partidos deberían poner gente del pueblo en las listas. En mi caso, si yo no estuviera la lista estaría vacía, porque en Centelles la gente es independentista, es una zona catalana”.

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