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Cerrado el faro de Moncloa por goteras

Tras siete años clausurada y 350.000 euros de obra, había abierto como mirador el viernes

El faro de Moncloa.
El faro de Moncloa.SAMUEL SÁNCHEZ

El Ayuntamiento de Madrid ha tenido que cerrar esta mañana el faro de Moncloa, reabierto el pasado viernes tras siete años de clausura y unas obras multimillonarias, porque sufría filtraciones de agua. Fuentes municipales han indicado que la instalación turística ha vuelto a estar operativa por la tarde.

El Ayuntamiento asumió esta primavera la gestión directa del faro (una torre de 92 metros de altura con un mirador circular en lo alto) para convertirlo en mirador y punto de información turística (a tres euros la entrada). Tomó esta decisión ante la imposibilidad de poner su explotación en manos de una empresa privada, y pese a que acarreará unas pérdidas anuales de 400.000 euros por su alto coste de mantenimiento.

La instalación se empezó a construir en 1991 con un presupuesto de 2,2 millones de euros, pero acabó costando 3,8 millones de euros. Lo inauguró el entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano (PP), en febrero de 1992 como “símbolo de la evolución de la ciudad”.

Según el proyecto inicial, debía emitir un láser visible a 50 kilómetros de distancia; albergar antenas de policía, bomberos y ambulancias; y servir para regular el tráfico de la autovía A-6. El láser no se colocó para no deslumbrar a los automovilistas; y la torre de comunicaciones se quedó en una sola antena de radio. Ni siquiera su función principal, como mirador, terminó por fructificar.

En 1993, su arquitecto, Salvador Pérez Arroyo, denunció su “estado de abandono y falta de conservación” después de que se desprendieran varias placas del revestimiento. Estuvo cerrado durante meses en varias ocasiones, y en 2008 se clausuró definitivamente por incumplir la normativa de seguridad.

Un año después, el entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP) destinó 4,5 millones de fondos estatales para su rehabilitación, que terminó costando 5,6 millones (un 24% más). Las obras para acondicionar la instalación para su uso turístico han costado este año otros 350.000 euros.

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