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Los libros se aferran al centro

El nuevo espacio del Paseo de Sant Joan atrae a poco público

La Rambla Cataluña, llena durante la diada.
La Rambla Cataluña, llena durante la diada.Consuelo Bautista

Un Sant Jordi en el que se podía comprar un ejemplar de La verdad del caso Savolta de una edición de marzo de 1979, en una de las paradas que se han instalado por primer año en el Paseo de Sant Joan, en el tramo de Diagonal a plaza Tetuán; y un Sant Jordi en el que también se podía comprar —y llevar el ejemplar firmado— de los Soldados de Cataluña, el verdadero título de La verdad del caso Savolta, de Eduardo Mendoza, que se vio obligado a cambiarlo por imperativo de la censura de la dictadura franquista.

Una fiesta del libro que se estrenó en el paseo de Sant Joan en la parte renovada recientemente, repitió en la parte más baja de la misma avenida, hasta el Arc del Triomf, y pasó de largo por la flamante avenida Diagonal en la que solo había algún puesto de rosas. Ni un libro. También un día en el que el entramado de librerías de barrios como el de Gràcia se vio recompensado al salir a las calles y plazas del distrito donde se podía comprar sin las apreturas del centro: “Aquí te tomas una cerveza tranquilamente y compras lo que quieres sin agobios”, explicaba una pareja en una de las terrazas de la plaza de la Vila de Gràcia, concurrida desde primera hora de la mañana.

“El gremio de libreros nos pidió que probásemos este año a instalarnos en el Paseo de Sant Joan y aquí estamos, un poco aburridos”, explicaba Mercè Gil, de la librería Books Factory, cuando en ese momento le suena el teléfono: “Es mi marido que está en la parada que tenemos en La Rambla y dice que va muy bien. Pues ya veremos como acabamos el día aquí... Si sirve para que la gente conozca que hay más sitios y que no hace falta ir al centro, pues ya estará bien”, añadía con cierta cara de resignación. Como ella, otros libreros se han desdoblado en esta Diada: mantienen los puestos en el centro de la ciudad y se estrenan en el paseo de Sant Joan. La propuesta se la hicieron hace pocos días, como mucho dos semanas, el gremio de libreros a sugerencia del Ayuntamiento de Barcelona en un intento de abrir nuevos espacios para descongestionar el centro. “Nos hemos apuntado, pero de momento tenemos más gasto porque necesitamos doble transporte y más gente”, decía Rafa, de la librería Litoral, un establecimiento especializado en libros antiguos, curiosos y agotados de la calle Vilamarí que ayer tenía otro puesto en la Rambla, justo frente al Liceo. Algunos miran y hojean algún ejemplar, pero comprar, pocos. “Esperemos que se anime por la tarde, si esto sigue así, como mucho 100 euros”, apostillaba Carmen Montaner, de la librería Montgiber, también con doble parada. Más animación había en la parte baja del mismo paseo donde el mundo del cómic y más concretamente la librería Norma arrastraban a decenas de fans.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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