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Cuarta jornada del juicio del falso shaolín

El fiscal no ve ensañamiento en el asesinato de Maureen Ada Otuya

Considera, siguiendo la opinión de los forenses, que el ensañamiento es una hipótesis y no hay hechos probables en el asesinato de la nigeriana

El fiscal del proceso judicial contra el falso monje shaolín considera que en el caso de Maureen Ada Otuya hay asesinato sin ensañamiento, ya que, como han señalado los forenses, el ensañamiento es una hipótesis que no se puede probar. Además, ha añadido que se incurre en ensañamiento cuando "se provocan dolores y sufrimientos innecesarios e inhumanos" a la víctima, lo cual "no está probado".

En el cuarto día de juicio, tras la presentación ante el tribunal y por parte del abogado de Maureen Ada Otuya de varias pruebas documentales que constaban de fotografías e imágenes de contenido sexual con más mujeres que las dos asesinadas, tanto la defensa como las acusaciones particulares han expuesto sus peticiones al jurado popular y ante el mismo gesto inexpresivo y reflexivo del acusado, Juan Carlos Aguilar.

El falso shaolín ha permanecido, al igual que en días anteriores, en un estado ajeno a lo que sucedía en la sala, pero sí ha alterado su postura con un ligero movimiento de cabeza afirmativo al escuchar, en el alegato de la acusación de Maureen, referencias a las artes marciales que él conocía y que pudo utilizar para inmovilizar a las víctimas. A su vez, se ha levantado para dirigirse al micrófono y declarar que no tenía nada más que añadir en una palabra: "ninguna". También se le ha visto juguetear con los dedos en el momento en el que una de las acusaciones particulares enumeraba las razones por las que sí hay ensañamiento en el asesinato de la mujer nigeriana e incluso, se ha podido percibir una mueca similar a una sonrisa en otro momento concreto de la exposición del abogado de Maureen. 

El falso shaolín se ha levantado para dirigirse al micrófono y declarar que no tenía nada más que añadir en una palabra: "ninguna"

Por su parte, José Miguel Fernández, abogado de Maureen Ada Otuya, ha declarado que se trata de un "asesinato con alevosía y ensañamiento" por varias razones. Ha acusado al falso shaolín de mentir, de no reconocer los hechos y de no querer resarcir el daño a las víctimas, al no facilitar números de cuenta o al no poner en venta su patrimonio para financiarse y pagar su deuda. En opinión del abogado de Maureen, el falso shaolín no reconoce el ensañamiento "porque no le es gratuito", ya que la pena podría ser de 10 años más, y solo busca minimizar la condena. Su defensa ha intentado "cerrar el juicio en tres horas", ha añadido. Por último, ha concluido su exposición, la cual y a su juicio, está "en base a hechos probables", leyendo una carta escrita por la familia de la víctima en la que se pide que "no se le conceda al acusado ningún beneficio penitenciario", como regula el artículo 78 del código penal. 

En la misma línea, la acusación popular, representada por la fundación Clara Campoamor, también ha asegurado que hay ensañamiento en el asesinato de Maureen, ya que seguramente presenció como el falso shaolín descuartizaba a Jenny Rebollo en el gimnasio, ha añadido. "Ensañarse es también dolor psicológico", ha sentenciado la abogada de la acusación popular, que, del mismo modo, se ha apoyado en el hecho de que presenciar el descuartizamiento, además de los golpes y de la asfixia que sufrió, ya son un ensañamiento psicológico. Además, se ha sumado a la petición de la acusación particular de Maureen y la propia familia de la víctima mediante una carta, y ha exigido que no tenga beneficios penitenciarios. 

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Las dos acusaciones particulares y la acusación popular han coincidido en señalar al falso shaolín como un asesino en serie, xenófobo, racista y sádico

La abogada defensora del falso shaolín se ha escudado en que los golpes y las ataduras "fueron necesarios" para matar a Maureen, por lo que no se puede hablar de ensañamiento. Además, se ha apoyado en la opinión de los forenses y en lo que tipifica el Tribunal Supremo como ensañamiento para negar la existencia del mismo en el asesinato de la mujer nigeriana de 29 años. La defensa también ha apuntado que "el ensañamiento no depende del instrumento ni del tiempo" y ha respondido a la acusación particular de Maureen y a la acusación popular asegurando que "molesta que la reparación de daños sea atenuante", destacando previamente que su representado ha puesto a disposición de las víctimas su patrimonio. 

También ha hecho su alegato el abogado de Jenny Rebollo sobre si hubo ensañamiento o no en la muerte de Maureen, concluyendo que el falso shaolín cometió un "delito con alevosía y no con ensañamiento, no porque no lo pensemos sino porque no hay pruebas". Además, se ha sumado a la petición de negarle al acusado los beneficios penitenciarios y ha calificado los hechos como "dos de los crímenes más atroces de la historia de la justicia en Euskadi y posiblemente en España".

Las dos acusaciones particulares y la acusación popular han coincidido en señalar al falso shaolín como un asesino en serie, xenófobo, racista y sádico. Una persona que busca "presas fáciles cuando sale a cazar" mujeres las que estudia y a las que considera más fáciles. Por ello, han pedido al jurado popular "que sean todo lo severos y duros que les deje su conciencia". 

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