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“Lo reconozco todo”, dice el falso shaolín, menos el ensañamiento

Aguilar responde afirmativamente con monosilabos que diseccionó el cuerpo sin vida de Yeni Rebollo y ahogó con bridas y cuerdas a Mauren Ada Otuya

Pedro Gorospe

La abogada de la defensa del falso shaolín, Livia González ha recordado que Juan Carlos Aguilar ha reconocido todos los hechos, salvo el ensañamiento. Poco después Juan Carlos Aguilar ha tomado la palabra. Eran las 13 horas. Aunque en el escrito presentado a la sala aceptaba los asesinatos, quedaba la duda de su actitud ante las acusaciones y sobre todo de si lo ratificaba en todos sus términos. El falso shaolin, sobre el que penden penas de entre 40 y 45 años de prisión. Lo ha hecho pero solo en preguntas al fiscal. No ha respondido a ninguna de las otras partes. Ni al abogado de Yenni, Jorge García Gasco, ni al de Maureen Ada, José Miguel Fernández, ni a la de la acusación particular, la asociación Clara Campoamor, Maite Iturrate. Con una frialdad poco común, después de escuchar los relatos de las acusaciones con los ojos cerrados, en una especie de estado de meditación, ha salido al medio de la sala y erguido, con una chaqueta cortavientos por los hombros ha respondido frente al micro que sí, a todas las preguntas del fiscal. "Si, reconozco todo eso", ha dicho sin exhibir ningún tipo de empatía pese a la gravedad de los hechos.  

Fiscal:  ¿Ató a Yenni los brazos y la agredió hasta matarla?:

Aguilar: Si

F: ¿Le dio patadas en el cuerpo?

A: Si, reconozco todo eso...

F: ¿Diseccionó el cuerpo?

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A: Si

F: En cuanto a Mauren, ¿la agarro y la llevo hacia dentro y la ato por las muñecas y por el cuello?

A: Si

F: ¿La estanguló con cuerdas y bridas?

A: Si...

Poco después ha renunciado a responder a las preguntas de las acusaciones. Estas han reordenado sus estrategias y han reducido sustancialmente la duración del juicio, al limitar la prueba a intentar demostrar que ha habido ensañamiento en el caso de la segunda víctima, la nigeriana Mauren Ada Otuya.

Aguilar fue detenido por la Ertzaintza el 2 de junio de 2013 en Bilbao tras haber golpeado "salvajemente" en el gimnasio de su propiedad a Maureen Ada Otuya, de nacionalidad nigeriana, que ingresó en estado de coma en el Hospital de Basurto, donde falleció tres días más tarde. Durante el registro del gimnasio y del domicilio en el que residía en la calle Iturriza, la Policía vasca encontró el cadáver descuartizado de otra mujer, Jenny Sofía Rebollo, natural de Colombia. 

Las acusaciones sostienen que el acusado "disfrutaba manteniendo prácticas sexuales de dominación con mujeres sometidas a él e indefensas, incluso desmayadas o privadas del sentido", en referencia a las fotografías que se localizaron en las que aparecían mujeres narcotizadas con las que tenía relaciones. Entre ellas, aparecieron imágenes de Rebollo. En concreto, el abogado de la familia de Mauren Ada Otuya señala, en su petición de condena, que el procesado "golpeaba" a las víctimas "hasta darles muerte", y recogía "dichas prácticas en soporte fotográfico para su posterior disfrute". Por ello, cree que "fantaseó, planeó y ejecutó" el crimen de la joven nigeriana, de forma que en la madrugada del 2 de junio, en torno a las 4.15 horas, "con el ánimo premeditado de saciar sus instintos asesinos, salió con su vehículo a buscar una víctima". De esta forma, según apunta el letrado, Juan Carlos Aguilar encontró a Maureen Ada Otuya.

Cuando la encontró la policía, Maureen Ada Otuya se encontraba en el suelo, "semioculta por unos colchones y tapada por una tela", con las prendas de vestir desgarradas. "Estaba ensangrentada e inconsciente, con las manos y pies atados con bridas y dos vueltas de cinta americana apretándole el cuello. Debajo de la cinta tenía un cordel enrollado cinco veces alrededor del cuello y una brida apretándole", destaca el abogado de la víctima. La joven ingresó en el hospital en estado de coma y falleció el 5 de junio sin haber recuperado la conciencia. El letrado subraya de Juan Carlos Aguilar que "escogió" a la víctima "con cuidado" al ser "una mujer vulnerable, en situación de exclusión social, con escasa red de apoyo social en Bilbao, inmigrante de un estrato socioeconómico muy bajo, que no iba a ser echada de menos por nadie", es decir, "una mujer a la que consideraba una presa fácil".

Los abogados de Jenny Rebollo reclaman 20 años por asesinato con alevosía, pero el de Ada pide además ensañamiento. El fiscal sin embargo no cree que haya habido ensañamiento y pide dos condenas de asesinato con alevosía, 40 años.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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