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Madrid acoge la Champions de los videojuegos

Serán una jauría de hinchas gritando por sus equipos. Por algo agotaron en solo dos horas las 12.000 localidades a la venta —a un precio que oscilaba entre los 12 y los 30 euros— para abarrotar el Palacio de Vistalegre durante este fin de semana. Pero los atletas que han convocado a esa hinchada estarán con las manos en el teclado y el ratón y los ojos en un monitor de ordenador. Son los cuatro equipos que juegan la final de la Champions del videojuego, la competición League of Legends Championship Series (LCS). Tanto equipos integrados por una sola nacionalidad como equipos mixtos de gente de todas las nacionalidades europeas. En las finales hay un equipo británico (H2K), un alemán (SK Gaming) y dos europeos, de nacionalidades mixtas (Unicorns of love y FNATIC); uno incluso tiene un par de jugadores coreanos.

Es un campeonato de League of Legends (LOL), el título de moda en el deporte del joystick. El que gane, viajará a Florida para competir en la final mundial, donde se juega por premios del orden del millón de euros. “Es evidente que algo está pasando. Antes, un evento así era impensable, pero hoy no nos sorprende llenar Vistalegre porque los esports son cada vez más populares”, explica Javier Sanabria, portavoz del evento.

League of Legends plantea un combate entre dos equipos de cinco jugadores en un mundo de fantasía. Los avatares se sitúan en extremos opuestos de un escenario con el objetivo de destruir la fortaleza enemiga, el Nexo. Las partidas duran 40 minutos en los que los jugadores deben tomar decisiones estratégicas con ese objetivo en mente.

El éxito del evento de Vistalegre no surge de la nada. Los esports, antes una herramienta de marketing para las compañías de videojuegos, son ahora una industria en sí misma con salarios millonarios para los jugadores top, premios de millones y unos ingresos mundiales en 2013 alrededor de los 170 millones de euros, según datos de la consultora líder de la industria del videojuego Newzoo. la edad media de los millones de hinchas del LOL bascula entre los 21 y los 35 años. La misma consultora predice que en solo cinco años, esta cifra se multiplicará por cuatro, situándose en niveles parecidos a los de la Champions League del fútbol. Otro dato sorprendente, “El salto es generacional. Hay a gente que les sigue sonando raro los salarios y premios que se pagan, pero eventos como este demuestran que cada vez será más normal hablar de los esports como de otro deportes”, apuntilla Sanabria.

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