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Una ‘vendetta’ por la lista de Vitoria destapa contratos del PSE a Prieto

Virgilio Bermejo, asesor de Patxi Lazcoz, señalado por dirigentes socialistas

El sector excluido en la lista del PSE-EE al Ayuntamiento de Vitoria sirvió ayer la venganza en plato frío. Esta es la conclusión resultante de los primeros análisis realizados por destacados dirigentes socialistas tras conocer la revelación en la cadena SER de obras encargadas por el PSE-EE alavés a una empresa de Txarli Prieto por importe de 71.484 euros en 2010 y 2011. De hecho, en ese entorno socialista se señalaba como presunto filtrador a Virgilio Bermejo, asesor en el Ayuntamiento de Vitoria del grupo municipal que lidera Patxi Lazcoz y miembro de la candidatura de Maite Berrocal que finalmente no prosperó. EL PAÍS trasladó ayer por la tarde esta fundada sospecha al entorno de la candidatura. “Alguno quiere que miremos el dedo en vez de la luna”, fue su respuesta.

La filtración interesada de estos contratos y la abundante documentación de los pagos donde se deja entrever que algunos trabajos no se realizaron o las facturas estaban infladas alienta las sospechas de que su promotor tenía acceso al corazón de la gestión interna del PSE-EE alavés. Prieto, de hecho, se mordió ayer la lengua cuando fue preguntado por el posible autor de la entrega de estos documentos, que obran en poder de la Fiscalía del País Vasco para su estudio.

Más allá del alcance de la cifra global de los trabajos realizados para mejorar la seguridad en plena ofensiva de ETA durante los años 2010 y 2011 de varias sedes socialistas —Ribabellosa, Amurrio, Labastida, Llodio y Salvatierra—, la denuncia busca el desprestigio político de Prieto, a quien un amplio sector del socialismo alavés responsabiliza del hondo declive electoral del partido y de su crisis interna, así como de las últimas decisiones sobre la lista para las elecciones locales en Vitoria por la estrecha relación que mantiene con su sustituta, Cristina González.

Prieto se mantenía como secretario general de los socialistas alaveses y parlamentario vasco cuando la empresa Escoiba de su propiedad — que compartía con su hermano y ahora está liquidada— recibió de su propia organización el encargo de estos trabajos. “Yo iba escoltado a ver las obras”, recordó ayer. Prieto acostumbraba a recordar que era uno de los escasos dirigentes que disponía de una actividad profesional al margen de sus ocupaciones políticas.

“Alguno quiere que miremos el dedo en vez de la luna”, dicen entre los críticos

Más allá de la depuración de futuras responsabilidades, el enésimo capítulo de la interminable guerra cainita del socialismo alavés estalla en otro delicado momento electoral y salpica también a la gestión de Idoia Mendia. De hecho, la secretaria general vio ayer como su rueda de prensa para plantar cara al PNV sobre la reforma de la LTH se vio cortocircuitada por el interés informativo de la denuncia contra Prieto. Además, esta polémica volverá a planear esta mañana durante el desayuno informativo con los tres candidatos socialistas a diputados generales, anunciado en Bilbao.

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Tras conocer el alcance de esta denuncia cobra vigencia la intencionada petición de auditoria interna del PSE-EE que formuló Patxi Lazcoz, entonces miembro de la ejecutiva territorial, antes del cambio de secretario general. Entonces, la solicitud quedó desestimada por la dirección nacional al entender que los órganos federales ya las habían validado.

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