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La UOC baja precios de los estudios en castellano y los equipara al catalán

La Sindicatura de Cuentas reprochó al campus que la subvención de la Generalitat financiara solo una lengua

Camilo S. Baquero
La sede de la Universitat Oberta de Catalunya.
La sede de la Universitat Oberta de Catalunya.

Estudiar un grado en catalán en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) era tres veces más barato que hacerlo en castellano. Esto pasaba porque la Generalitat subvencionaba el campus que ofrece las titulaciones en la lengua cooficial. Sin embargo, desde este curso y de manera progresiva, el precio del crédito se igualará, a la baja, para todas las titulaciones que ofrece el centro universitario, sin importar la lengua. La UOC y el Gobierno catalán estudian una fórmula para seguir con la subvención de la universidad pero que no esté ligada al tema lingüístico.

La UOC, que por estos días cumple 20 años, nació inicialmente como la única opción de estudio a distancia y online en catalán. Tiene más de 52.500 estudiantes y ofrece 17 grados y más de 72 másteres entre oficiales y propios. Su origen responde en parte a la negativa de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), el centro subvencionado por el Estado, para cerrar un acuerdo que permitiera ofrecer titulaciones en la lengua propia de Cataluña. Así la UOC creó dos campus, el principal y el global. El primero albergaba los contenidos en catalán; el segundo, en castellano, que después se amplió a otros idiomas.

La subvención —que anualmente asciende a 23 millones de euros— obligaba a la institución, de carácter público privado, a adoptar el decreto de precios de las universidades públicas catalanas. Una titulación en Psicología, por ejemplo, de 240 créditos, costaba unos 5.000 euros en catalán y más de 14.000 en castellano. A estos precios hay que sumarle gastos por gestión y los materiales, que también tienen un valor diferente.

El cambio, que ya han sentido algunos alumnos en su última matrícula, se irá extendiendo a todo los estudiantes. El año pasado, una matrícula media de Derecho, de 18 créditos, costaba en castellano 1.520 euros. Este curso es de 900 euros. Una disminución de más del 40%, explica un portavoz del centro.

En los últimos siete años, explica el rector Josep A. Planell, el contrato programa de la Generalitat con el centro universitario estaba integrado a las labores del campus principal. “Dentro del plan estratégico de la universidad, de cara a una mayor expansión, planteamos hacer un campus único donde estarán todas las lenguas y el precio será el mismo”, explica el rector.

“Hemos decidido bajar el precio de la educación en castellano para igualarla al catalán porque era una barrera para la expansión hacia el resto de España”, agrega Planell. Además de las sedes en Madrid, Valencia y Sevilla, cierran acuerdos para abrir las propias en Tenerife y Granada.

Además, en octubre del año pasado, un informe de la Sindicatura de Cuentas reprochó la diferencia de las tasas de las matrículas del Campus Principal —para residentes de Cataluña y que utiliza de forma prioritaria el catalán— y del Campus Global. El primero costaba lo mismo que una universidad pública catalana, porque lo financiaba la Generalitat. Al segundo, el centro le aplicaba las tarifas decididas por el patronato y que suelen ser el doble. El informe señaló que el contrato con el Gobierno catalán “no justifica la financiación exclusiva del Campus Principal”.

A pesar del plan de expansión en el norte de África y América Latina, con el que se espera compensar la caída de ingresos, la UOC necesita de la subvención. Según su última memoria, el dinero que la Generalitat le aporta corresponde a más de un cuarto de sus ingresos (88 millones de euros al año). Planell espera cerrar con el consejero de Economía, Andreu Mas-Collel, un acuerdo antes de que termine el curso.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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