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La pobreza energética cuesta vidas

Cinco bomberos denuncian que el 70% de los incendios en viviendas está causado por artilugios que gente sin suministros usa para cocinar o calentarse

Clara Blanchar
Incendio en un piso de El Vendrell (Tarragona) donde murieron cuatro hermanos de entre 4 y 12 años en 2014.
Incendio en un piso de El Vendrell (Tarragona) donde murieron cuatro hermanos de entre 4 y 12 años en 2014.JOSEP LLUÍS SELLART

La mayoría de los incendios domésticos del área metropolitana de Barcelona tienen como causa la pobreza. Concretamente, la pobreza energética, que imposibilita pagar la factura de la luz y gas. Así de crudamente lo denuncian cinco bomberos de los parques de Barcelona, Cornellà y Badalona que se han sentado ante una cámara para relatar sus experiencias, denunciar que las cifras oficiales solo contemplan las causas técnicas de los incendios y revindicar que se tenga en cuenta la situación en la que vivían las víctimas para comenzar a atacar el problema. Estiman que un 70% de los incendios domésticos tiene como causa la pobreza y equiparan la ausencia de datos con la que había con la violencia de género: si no había problema, no se podían buscar soluciones, dicen.

Relatan casos como éstos: “La versión oficial hablaba de inhalación de humos. Lo que no especificaba es que tras esta inhalación había una señora mayor quemando alpargatas para calentarse”. “Una vela fue la causa del incendio. ¿Pero y si esa persona no tenía luz y la utilizaba para iluminarse?”. “Hemos visto casos de gente que no tiene chimenea pero quema cuatro periódicos en el suelo”. En el vídeo, impulsado por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la Alianza contra la Pobreza Energética y el Observatori DESC, los bomberos apoyan la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra los desahucios y la pobreza energética, que sufren 320.000 catalanes.

Los cinco bomberos coinciden en que la precarización de la vida cotidiana como consecuencia de la crisis ha implicado que haya más incidentes y de mayor gravedad. Las cifras de la Generalitat sitúan los incendios domésticos entorno a los 4.000 al año (con las cifras más altas entre noviembre y marzo, los meses más fríos). El año pasado los muertos fueron 14 personas y un portavoz de los bomberos confirma que “no se investigan las causas”. Quien sí lo hace, internamente, son las compañías de seguros. En Barcelona, los incendios en viviendas fueron 1.110 en 2014. En lo que va de año, el Ayuntamiento ha comunicado el realojo de seis personas debido a incendios y a 23 vecinos en los meses de frío del año pasado.

14 personas

Los testimonios del vídeo explican que en sus servicios ven aparatos manipulados como consecuencia de cortes del suministro, familias que utilizan electrodomésticos en mal estado, que no hacen el mantenimiento debido o personas que se han electrocutado. El caporal Toño del Río, del parque de Badalona, explica por teléfono que incluso topan con personas “que en invierno vuelven a usar sistemas que habían desaparecido o se usan cada vez menos, como braseros”. Juan Diego Cabello, jefe de turno en Barcelona, añade que en el día a día asisten a la cotidianeidad “de gente que aguanta con alfileres: familias que viven de la pensión de un abuelo que muere y que, de un día para otro, pasan a caer en la indigencia”. Se refieren sobre todo a los barrios humildes, pero cada vez más a “zonas donde nadie lo diría”.

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En la mente de todos ellos está el dramático caso de los cuatro niños de una familia de origen marroquí de El Vendrell que murieron hace dos años en el incendio del piso del que habían sido desahuciados y que luego ocuparon. O la niña de Balaguer que en diciembre murió porque su familia se calentaba quemando palés. Pero no solo de ese: evocan casos de vecinos que alertan de que llevan días sin ver a ancianos a quienes encuentran muertos en viviendas “sin servicios: sin luz, agua ni electricidad”; o de personas que causan fuegos porque “tienen que cocinar con medios precarios”.

Los agentes dicen

La crítica es unánime: “Muchos de estos incendios no se registran como consecuencia de la pobreza o de condiciones de vida indigna”. Sus informes, los de los bomberos, explican, “intentan especificar y detallar la situación de las familias, pero en los documentos oficiales no queda registrado”. “El diagnóstico sobre la causa es técnico, no va más allá”, insiste Cabello. “Hay un vacío para definir el problema y si no lo definimos no lo podemos solucionar”, sentencia David Fernández, del parque de Cornellà. Fernández es quien, de los cinco, comparó la falta de datos con la que había con la violencia de género años atrás. “En un incendio forestal con muertos acaban dimitiendo políticos; por pobreza energética, no; y eso es lamentable", añade del Río.

En el tramo final del vídeo, los cinco bomberos manifiestan que “asegurar los suministros debería ser un derecho fundamental” y piden a las empresas “que sean parte de la solución”. La ILP, que lleva 70.000 firmas recogidas, pide garantizar los suministros básicos y que no se produzcan cortes a las familias que no pueden pagar; además de que no se produzcan desahucios de familias hipotecadas y que las familias puedan quedarse de alquiler en sus viviendas y que se cree un parque público con los pisos vacíos en manos de la banca.

 

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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