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ANÁLISIS
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El corregidor de Podemos

Andalucía ha optado por la izquierda pero si Podemos apoyara a PP y a Ciudadanos, podría ser la derecha la que gobernara, de modo que a Podemos le ha llegado la hora de la verdad

JOSU MONTALBAN

Podemos no ha sacado los resultados que esperaba en las Elecciones andaluzas. Mucho menos los que deseaba. El reparto de los escaños incluso eclipsó la opinión que Pablo Iglesias Turrión había venido manteniendo y repitiendo como un papagayo. La “casta” no ha caído en esas elecciones. Todos los elementos que la formación ha venido barajando han sido cuestionados en esta ocasión, porque si lo prioritario es escuchar a la gente y dar protagonismo al pueblo, ambas cosas concurren en ese momento álgido que es el de las elecciones democráticas. La gente ha ido a votar, el pueblo se ha expresado del modo indicado por el recuento final de los sufragios. De los resultados solo cabe ser sacada una conclusión: ha ganado quien ya estaba presidiendo Andalucía, es decir, que los andaluces no la han rechazado, como Podemos esperaba.

Ahora es cuando se inicia un nuevo capítulo para ellos. Se trata de uno fundamental, porque está en juego, en principio, el respeto a la voluntad de los votantes, y además la responsabilidad importante de vincularse hacia la izquierda o la derecha, ya no vale lo de la transversalidad porque “Podemos no es de izquierdas ni de derechas” (Pablo Iglesias Turrión). Porque la voluntad de los andaluces ha optado por la izquierda pero si Podemos apoyara a PP y a Ciudadanos, podría ser la derecha la que gobernara, de modo que a Podemos le ha llegado la hora de la verdad.

“Defender un sistema asambleario se convertía en un riesgo formal para su pervivencia”

En su afán por “conquistar el cielo” parecía que nada pudiera interponérseles, pero la realidad siempre hace que la ficción se quede en el mero recuerdo. Su cielo aún está lejos, y en ese ascenso hacia él, el vértigo y las dudas han asaltado a quienes se las prometían muy felices. El resumen más atinado lo ha hecho Monedero: “Si han votado al PSOE es porque los andaluces no han encontrado nada mejor”. Este modo de interpretar los resultados tiene su correspondencia en este otro: “Nos han votado mucho menos que el PSOE porque somos peores”. Pero no es eso lo que hay que concluir. Dado que la voz de la gente del pueblo se decanta en las urnas, y que luego es el turno de los líderes políticos propiciando pactos y acuerdos, ha llegado la hora de la verdad en Andalucía, como prólogo de la de España. Y la dirección del Podemos español, como si se tratara de uno más de la “casta”, ya ha tomado precauciones para que la grey no se les desvíe.

Si siempre se ha tildado de “dirigistas” a PP y PSOE por intentar conducir desde Madrid las naves de las comunidades autónomas y las regiones, a las que siempre se las suponía capaces de dirigir los destinos por ellas mismas, Podemos ha insistido en el empeño. La candidata andaluza Teresa Rodríguez esbozó tres condiciones para acordar con Susana Díaz, pero su dirección nacional ha ido algo más lejos, y como si fuera un partido más de la “casta” ha nombrado un Corregidor muy de la confianza de Pablo I. Turrión, que irá a Andalucía para vigilar las negociaciones. ¿Es extraño todo esto? ¡No! Lo extraño era empeñarse en defender un sistema asambleario que la dirección solo deseaba hasta el momento de ser elegida, porque después se convertía en un riesgo formal para su misma pervivencia. Así que, ¡otros más a engrosar la “casta” que desdeñan!

Como deben saber la figura del Corregidor es cosa de tiempos del Antiguo Régimen, y fue Alfonso XI, de “alias” el Justiciero, quien implantó tal figura para, entre otras funciones, controlar las actuaciones de las autoridades locales. ¿No es esto lo que pretende hacer ahora Podemos? Carolina Bescansa, que es secretaria de Análisis Político de Podemos, desde Madrid, se ha apresurado a decir que esa figura a modo de “corregidor” que ha sido nombrada, no obedece a diferencias de criterio entre Madrid y Sevilla porque lo que Podemos ha propuesto a Susana Díaz son cosas “de sentido común”. Me atrevo a exponer una duda que me acecha: ¿las cosas “de sentido común” requieren de vigilancias especiales? ¿A ver si va a ser verdad que existen las “castas”?

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