Puig pide un cara a cara con Fabra antes del inicio de campaña

Las primeras elecciones autonómicas y municipales sin Canal 9 y el empuje de nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos están modificando la reticencia de los principales partidos respecto a los debates electorales cara a cara.

El secretario general del PSPV y candidato socialista a Generalitat, Ximo Puig, irrumpió ayer —coincidiendo con la disolución de las Cortes Valencianas— para pedir públicamente un debate cara a cara con el aspirante popular y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Un encuentro al que se mostró dispuesto antes, incluso, de que empiece oficialmente la campaña electoral.

“Propongo a Fabra un debate antes de la campaña electoral, sin un formato cerrado”, aseguró Puig tras comparecer para evaluar los cuatro años del PP al frente de la Generalitat.

Presidencia tiene reticencias pero el PP cree que es una oportunidad

El debate, cuyas condiciones están por decidir y uno de cuyos principales escollos será el escenario en el que tenga lugar, tendría para Puig varias ventajas. Por un lado reforzaría su campaña de Ximo president y, por otro, evidenciaría que el PSPV es una fuerza imprescindible para constituir un Gobierno progresista alternativo al PP.

Desde el Partido Popular la propuesta fue bien acogida, siempre y cuando el debate sea para contrastar los proyectos de los dos partidos mayoritarios y hablar de futuro.

La consejera portavoz, María José Català, en una entrevista en Onda Cero Radio, fue clara al indicar: “No hay problema si es para hablar de futuro”.

Fuentes del PP argumentaron que, a diferencia de otras coyunturas políticas, el presidente Fabra no tiene nada que perder en un cara a cara con Ximo Puig y sí mucho que ganar porque consideran que es un candidato que representa el pasado sin una alternativa sólida de Gobierno.

En las filas populares indicaron que, a diferencia de otras ocasiones en las que los sondeos pronosticaban una reedición de las mayorías absolutas del PP y los debates solo podían servir para tener un resbalón y perder votos, ahora es el momento de acudir al mayor número de debates electorales para dar una imagen de proximidad y de solvencia.

Pese a todo, en Presidencia de la Generalitat había reticencias a aceptar a primeras de cambio un cara a cara con Ximo Puig.

Fuentes de Presidencia supeditaron ayer la celebración del debate con Ximo Puig a que renuncie antes a su acta en el Congreso de los Diputados y a que pacte con el resto de partidos de izquierda las propuestas que defenderá en el cara a cara. Unas condiciones extemporáneas que, previsiblemente, no se mantendrán durante mucho tiempo.

Por otra parte, Puig dejó claro durante su balance de legislatura que tras las elecciones de mayo “el PSPV no llegará a ningún acuerdo con el PP”. El candidato socialista reclamó a Fabra y al PP “que dejen de decidir sobre las prórrogas y el blindaje de contratos y conciertos sanitarios”.

“Intentan poner minas al futuro Gobierno progresista”, prosiguió el secretario general del PSPV, “pedimos que no cuarteen la venta de la Ciudad de la Luz”. “Si hacemos las cosas bien se puede recuperar la prosperidad de la Comunidad Valenciana y podemos pasar del hundimiento al renacimiento”.