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Las perreras de Madrid, más cerca del ‘sacrificio cero’

El Parlamento regional respalda una iniciativa que impulsa la adopción de los animales abandonados

José Marcos
Voluntarios de El Refugio celebrando el viernes la decisión de la Asamblea de Madrid.
Voluntarios de El Refugio celebrando el viernes la decisión de la Asamblea de Madrid. JAIME VILLANUEVA

Cataluña podría dejar en breve de ser la única comunidad autonómica donde no se sacrifica a las mascotas abandonadas que terminan en las perreras. El Parlamento de Madrid apoyó de forma unánime en el pleno del pasado jueves, a iniciativa de Izquierda Unida, la propuesta de la protectora El Refugio a favor del sacrificio cero. Los 114 diputados presentes de PP, PSOE, IU y UPyD coincidieron en “la necesidad” de revisar y adaptar la normativa regional (no existe una ley nacional de protección animal). Entre las medidas planteadas para combatir el abandono —las sanciones pueden ser de hasta 3.000 euros (no es lo habitual), multa que se antoja corta para las ONG y diputadas como Carmen Villares, de IU— está impulsar las adopciones y la esterilización de los animales de compañía. La excepción serían los destinados a la cría.

La legislación vigente no se podrá cambiar hasta la próxima legislatura

En los seis años anteriores a 2012 cerca de 130.000 perros y gatos abandonados en Madrid fueron eliminados en las perreras, amparadas por la legislación. La Ley de Protección Animal vigente en la Comunidad de Madrid, de 1990, estipula que cualquier animal abandonado que sea recogido por los servicios municipales podrá ser sacrificado legalmente en un plazo de diez días si no es reclamado ni adoptado por nadie. En los nueve primeros meses de 2014 se registró un descenso de los casos de abandono en la región (5.458), un 12% menor respecto al mismo periodo de 2013 (6.206).

“Muy pronto nadie podrá matar a ningún animal abandonado bajo el amparo de la ley, y el que lo haga, podrá ser perseguido, juzgado y castigado por ello”, señala Nacho Paunero, responsable de El Refugio, que presentó en la Asamblea de Madrid más de 60.000 firmas respaldando su iniciativa legislativa popular. Las asociaciones de animales limitan el sacrificio a la eutanasia por razones médicas.

La excepción del modelo catalán

Todas las leyes regionales excepto la catalana cumplen prácticamente el mismo guion: tras diez días aproximados en el centro de recogida, los animales sin identificación pueden ser cedidos o sacrificados. Desde 2003 Cataluña es la única autonomía que practica el sacrificio cero.

La Generalitat prohíbe el sacrificio de gatos, perros y hurones en las instalaciones para el mantenimiento de animales de compañía, y en los núcleos zoológicos en general, excepto por motivos humanitarios y sanitarios. Cataluña también es pionera en regular la esterilización de todos los animales de compañía “que son objeto de comercialización o transacción”. Se debe efectuar con “los mínimos efectos fisiológicos y de comportamiento en el animal”.

Un punto positivo de la legislación madrileña es que fomenta que en los centros de recogida de animales prevalezcan como gestores las protectoras de animales. “El problema es que nunca se aplica en los concursos de los ayuntamientos porque dan prioridad a la ley de concursos públicos, donde prima la mejor oferta económica”, indica Gabriel López (UPyD).

Tras celebrar el viernes en la Puerta del Sol el avance político —la falta de tiempo, con solo esta semana con actividad parlamentaria y a dos meses de las elecciones del 24 de mayo, obliga a que la legislación se aborde ya en la próxima legislatura—, la prioridad de Panero es “reestructurar la actual gestión de los centros de protección animal de Madrid, para que se dediquen a proteger de forma real a los animales abandonados que acogen y no matarlos”.

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No es el caso del Centro Integral de Acogida de Animales de Colmenar Viejo, que depende del Gobierno regional y da servicio a 83 municipios de la región con menos de 5.000 habitantes. Con una capacidad para 250 animales, desde su apertura en 2005 ha logrado más de 5.000 adopciones en este periodo.

El problema surge en el caso de las perreras bajo responsabilidad de los Ayuntamientos, y de cómo sea la gestión: pública, a cargo de ONG, de empresas privadas... “El sacrificio cero es económicamente viable y éticamente irrenunciable, como demuestran los centros y asociaciones que lo practican”, aprecia Villares.

“Aparte del sacrificio cero hay otros pilares fundamentales: la esterilización, la desmotivación a la compra, el fomento de la adopción en este sentido, que se apliquen sanciones y campañas de sensibilización”, añade Miguel Aguado (PSOE). “El sacrificio cero en los centros de protección animal es posible; lo es de forma contrastada y, además, es lo que la sociedad madrileña del siglo XXI está demandando”, reflexiona Gabriel López (UPyD). Luis del Olmo (PP) subraya el “fomento” de la adopción de los animales procedentes de los albergues: desde 2000 se han adoptado 96.000 perros y gatos en Madrid. “La media de adopciones diarias fue de 21 ejemplares en el primer semestre de 2014”, pone como ejemplo.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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