_
_
_
_
_

La cara amable de los recortes

La consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, elegida contra pronóstico afronta sin desgaste las elecciones al Ayuntamiento de Alicante

Asunción Sánchez Zaplana, la semana pasada, en un acto con ancianos en Valencia.
Asunción Sánchez Zaplana, la semana pasada, en un acto con ancianos en Valencia.Mònica Torres

Asunción Sánchez Zaplana (Alicante, 1965) es la gran sorpresa de las candidaturas municipales del PP valenciano. Consejera de Bienestar Social desde diciembre de 2012, Sánchez Zaplana regresa al Ayuntamiento de Alicante como aspirante a la alcaldía. Un espacio que conoce bien porque ingresó como concejal en 1999 —de la mano del hoy exalcalde Luis Díaz Alperi— para asumir las políticas sociales.

Cara amable y perfil bajo, Asunción Sánchez Zaplana, Suni para sus íntimos, ha sabido navegar en las aguas turbulentas del PP en los últimos años. La llamada de Alberto Fabra en 2012 le sirvió a esta licenciada en Ciencias Químicas para alejarse de los escándalos del caso Brugal y distanciarse del núcleo íntimo de Sonia Castedo, obligada a dimitir por la corrupción urbanística. Un círculo al que tanto ella como su marido, Ginés Lifante —presidente de una de las juntas locales del PP y uno de los que ayudaron a Castedo a lograr la mayoría absoluta en 2011—, pertenecían hasta que empezaron a intuir el fin de ciclo. “Se notó claramente que [antes de que la llamara Fabra] se había distanciado de la manada”, dice un miembro de la dirección provincial.

Se alejó del círculo de Sonia Castedo cuando empezó a intuir el fin del ciclo

Hija de un comercial y de una ama de casa, Asunción Sánchez Zaplana mantiene esa imagen de scout que tenía a los nueve años. Se presenta como “una mujer dialogante y de consenso”, es madrina de la hermandad de la Virgen del Consuelo y se mueve con soltura entre colectivos sociales desprotegidos. Unos colectivos que son los que más han sufrido sus politicas y las de su partido.

Los dependientes han asistido indignados a la instauración del copago en las residencias —pese a los fallos judiciales contrarios al Consell—, al copago farmacéutico —que afecta especialmente a los menores—, a la supresión de las cotizaciones a la Seguridad Social de las cuidadoras y a la expulsión del sistema de miles de dependientes moderados, mientras otros muchos fallecían esperando en vano la ayuda que tenían reconocida.

Se mueve con soltura entre colectivos que han sufrido sus políticas
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Sorprendentemente, el coste de estos recortes, a los que ella se opuso como concejal —llegó incluso a apoyar la Marcha por la Discapacidad contra el Consell—, no le han supuesto un gran desgaste como consejera. “Ha tenido la capacidad de hacer recaer el coste de los recortes sobre el conjunto del Gobierno valenciano o sobre el presidente”, admite un miembro del Consell. Palmira Castellano, de la Plataforma en Defensa de la Dependencia, ofrece una posible explicación: “Tiene un trato cordial y conoce bien el sector de la dependencia, aunque no ha hecho nada”. “El primer año nos recibió cada tres meses, pero el año pasado ya mandó al secretario autonómico”, prosigue. “Tiene una actitud cercana, pero hay gente que la acusa de cinismo”.

Peor valorada en las encuestas internas del PP que el actual alcalde de Alicante, Miguel Valor, Sánchez Zaplana ha sabido rentabilizar su poca exposición pública y su cercanía al vicepresidente del Consell y presidente provincial del PP de Alicante, José Ciscar, de cuya mano se ha dejado ver por la calle Génova en varias ocasiones.

Ha rentabilizado su poca exposición pública y su cercanía a José Ciscar

Ciscar, que no descarta concurrir como número dos de la lista municipal por Alicante para poder aspirar a presidir la Diputación, quería una imagen con proyección de futuro y, sobre todo, que el cartel electoral contase con el respaldo de las juntas de distrito del PP y que pudiese pasearse por los barrios del Norte de la ciudad, los más castigados por la crisis.

“Ofrece algo más que el resto de partidos, es la única mujer candidata en Alicante y se cree el mensaje”, recalca el edil popular Carlos Castillo. “Domina el mundo asociativo y no podemos quejarnos de su etapa como concejal”, señala el presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales, Alfonso Rodríguez.

La oposición considera que ha desmantelado la ley de Dependencia

La diputada de Esquerra Unida Esther López Barceló, que ha mantenido enconados debates en las Cortes con Sánchez Zaplana, advierte: “Sus formas son inmaculadas, busca crear un vínculo cortés para desarmarte, pero en la Consejería de Bienestar Social se ha dedicado a desmantelar la ley de Dependencia y ha mantenido las subvenciones a los colectivos del lobby antiabortista”.

En materia de igualdad, la candidata del PP a la alcaldía de Alicante tampoco ha logrado los consensos que asegura buscar. La presidenta de la Federació de Dones Progressistes, Amàlia Alba, no duda en tachar a Sánchez Zaplana de “autoritaria”. “La participación se ha deteriorado en el Consell de la Dona y los recortes han afectado especialmente a las políticas de igualdad”, afirma.

Aunque parte de su entorno le ha aconsejado que deje el cargo para que no empañe su campaña a la alcaldía, Sánchez Zaplana ha decidido mantenerse en el cargo. Una decisión que la obligará, antes de zambullirse en la campaña electoral, a dar explicaciones en las Cortes sobre la desaparición en su Consejería de varios documentos relacionados con el saqueo de las ayudas a la cooperación durante la etapa de Rafael Blasco. Su sueño de ser alcaldable ya se ha cumplido, ahora le queda el reto de poder serlo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_