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Destrozada una veintena de huevos de dinosaurio en Coll de Nargó

Los restos estaban en un yacimiento musealizado al aire libre y sin vigilancia

Imagen del yacimiento antes (izquierda) y después de los destrozos.
Imagen del yacimiento antes (izquierda) y después de los destrozos.ICP

Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para tratar de identificar a los autores de los graves destrozos ocasionados en el yacimiento, convertido en museo, de huevos de dinosaurio de Coll de Nargó (Alt Urgell), uno de los tres más importantes del mundo.

El yacimiento, conocido como el Mirador del Cretáceo, está situado al aire libre en el valle del río de Sallent y recibía miles de visitas cada año, principalmente de escolares. Consta de huellas, restos fósiles vegetales y animales y cantidad de huevos y nidos de dinosaurio. Es un complemento educativo del Museo dedicado a los dinosaurios y donde los visitantes pueden conocer el momento geológico en el que la especie desapareció de la Tierra y una muestra de los especímenes encontrados en la zona. Los más destacados son los huevos de dinosaurios de la familia de los Megaloothidae o Titanosaurus, caracterizados por su cuello largo y flexible, cabeza pequeña y patas de elefante.

El yacimiento, conocido como el Mirador del Cretáceo, está situado al aire libre en el valle del río de Sallent y recibía miles de visitas cada año, principalmente de escolares

El acto vandálico fue descubierto durante una visita rutinaria efectuada por Àngel Galobart, jefe del grupo de investigación del Mesozoico del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), encargado de las excavaciones en este yacimiento. De momento se ignora la fecha en la que se produjo este atentado contra el patrimonio cultural.

Galobart ha explicado que los autores de la incalificable gamberrada destrozaron con un objeto contundente una veintena de huevos de varias nidadas que estaban incrustados en la roca. “Los daños causados al yacimiento son irreparables e irrecuperables”, señala el paleontólogo del ICP.

La zona afectada, junto a la cual se extrajo en 2009 la puesta de huevos de dinosaurio más grande de Europa, se encuentra en la parte inferior del yacimiento, donde se simula una excavación y donde el visitante podía observar los caparazones fosilizados de los huevos de dinosaurio, muy abundantes en la zona. A pesar de la importancia del yacimiento, Galobart ha reconocido que el lugar no estaba vigilado: “No lo consideramos necesario, ya que nadie podía imaginar un comportamiento tan incívico”. El ICP diseñó hace dos años una actuación para preservar los restos del Mirador del Cretáceo de la acción de la lluvia, pero no se ejecutó por falta de recursos económicos.

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Se da la circunstancia de que este mismo yacimiento ya fue objeto de expolio hace dos años, cuando un vecino de la población se llevó un fósil de un esqueleto de vertebrado que los paleontólogos estaban a punto de extraer y trasladar al centro para su restauración y posterior estudio. El fósil fue devuelto en varios fragmentos y los Mossos d’Esquadra identificaron al autor del robo, que el pasado mes de junio fue condenado al pago de una multa de 90 euros por una falta de coacciones.

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