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Más de 700 familias se postulan para trabajar en Prat de Comte

Las solicitudes desbordan el buzón del Ayuntamiento, que ofrece varios empleos en el municipio para evitar el cierre de la escuela

Marc Rovira
Administrativos del Ayuntamiento achivan las solicitudes de empleo.
Administrativos del Ayuntamiento achivan las solicitudes de empleo. Josep Lluís Sellart

En Prat de Comte están desbordados. El buzón de correo del ordenador del Consistorio ha quedado saturado. La oferta de trabajo hecha por el Ayuntamiento de este pequeño pueblo de las Terres de l'Ebre, que persigue aumentar su censo de 164 vecinos, ha superado todas las expectativas. Más de 700 familias se han postulado para hacerse con alguna de las propuestas de empleo que el municipio ofrece a cambio de reclutar a niños para su enjuta escuela.

A las tres de la tarde se cerraba el plazo para aceptar solicitudes y en el Ayuntamiento se respiraba con alivio. "Esto ha sido un no parar" comentaba Carme, la administrativa. El volumen de instancias dificulta hacer un recuento exacto de los curriculums recibidos, pero el personal municipal habla de "más de 700". Tal es el papeleo acumulado que el alcalde, Joan Josep Malràs, ha pedido ayuda a la Diputación de Tarragona para tramitar la selección de candidatos. Paralelamente, Malràs tiene previsto reunirse desde mañana mismo con algunas de las familias que desean instalarse en el pueblo.

A pesar de que el plazo de admisión ya se ha cumplido, a media tarde el teléfono sigue sonando en el Ayuntamiento. Joan, un trabajador municipal, comenta que "la gente pregunta si hay posibilidad de que se abra de nuevo y si, más adelante, habrá otra convocatoria". "Ni que esto fuera una fábrica", apunta.

Además de los interesados que han enviado la solicitud por correo y de otros muchos que han contactado telefonicamente con el Consistorio, Prat de Comte ha visto como en las últimas horas diversos pretendientes acudían en persona al pueblo. "El sábado vino mucha gente". Lo explica, y lo celebra, Joan, el trabajador municipal. No pocos de los visitantes se han dejado caer por el bar que regenta su esposa. En el pueblo sólo hay dos y no es fácil encontrarlos abiertos.

La gestión del albergue municipal, con capacidad para 60 personas, es el aliciente que más entusiasmo ha despertado entre los candidatos. "Todo el que lo vé dice que esto tiene muchas posibilidades", aseguran los vecinos del pueblo.

El alcalde ha insistido, además, en qué también se pueden dar facilidades a quién sea capaz de gestionar comercialmente el popular aguardiente que producen en Prat de Comte. También existe la posibilidad de hacerse con la adjudicación de la agrotienda municipal, que a la vez cumple las funciones de punto de información del Parque Natural de Els Ports.

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Malràs no duda que el efecto llamada ha hecho saltar por los aires todas las previsiones, admite que hará faltar hacer una criba, pero apunta que "con tantos candidatos, parece dificil que no demos con gente idonea". Lo que sea necesario, aseguran los vecinos, para que vengan familias con niños y la escuela del pueblo no tenga que cerrar.

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