De Chamberí al Centro

1.Cine Doré. Me parece magnífico, tanto el contenido como el continente. Si no fuera por los ciclos y películas que proyectan, hay muchas cosas que sería imposible ver en pantalla grande. Aquí he descubierto a unos cuantos directores y documentalistas. Por si esto fuera poco, el ambiente de la cafetería y la pequeña tienda me resultan muy agradables. (Santa Isabel, 3).

2. Círculo de Bellas Artes. Otro edificio que arquitectónicamente es impresionante y donde también lo que se propone es fundamental para la cultura. Casi siempre hay alguna exposición interesante. Su ubicación es tan céntrica (cerca de la plaza de Cibeles, a unos cuantos pasos de la Gran Vía y con dos estaciones de metro cercanas: Sevilla y Banco de España) que siempre pilla a mano para pasarse un momento. (Alcalá, 42).

3. Sala Canal de Isabel II. Un lugar bien curioso. Es un antiguo depósito de agua que se ha reciclado en sala de exposiciones de fotografía. Lo que exhiben siempre merece la pena. No son muestras muy extensas. Eso lo convierte en un espacio especialmente cómodo para visitar. Si tienes un rato libre, pasarte por allí para ver arte y regresar a cualquier otra actividad después es estupendo. (Santa Engracia, 125).

4. Los Arcos. El restaurante del barrio. Creo que toda mi vida hemos ido de vez en cuando. Es un auténtico asador segoviano con un excelente cochinillo y cordero lechal. Los camareros son de los de toda la vida, los de oficio. Eso me encanta. (Ponzano, 16).

5. El Doble. Una referencia para el aperitivo. En esta taberna siempre tiran bien las cañas, algo que se echa mucho de menos cuando llevas un tiempo lejos de Madrid... y simplemente así, aunque estés aquí todo el año. (Ponzano, 58).

6 .Parque del Retiro. Es un respiro escaparse media hora o simplemente atravesarlo cuando estás por la zona haciendo gestiones. Me parece una gran suerte disponer de un parque así en pleno centro. Allí tienes también el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez con sus exposiciones de arte.

7. Cardamomo. Tablao flamenco renovado. Puedes tomarte una copa mientras escuchas música en directo de la mano de buenos artistas. Un espacio que además siempre ha abierto las puertas al nuevo flamenco. (Echegaray, 15).

8. Plaza de Olavide. Muy agradable para beber o picar algo en alguna de sus terrazas, más aún en primavera. Da el sol por la mañana y los árboles son frondosos. Lo mejor es que, como es peatonal, no tienes coches pasándote a un centímetro de la silla. Un oasis en miniatura para sentarse tranquilamente a beber algo.

9.Café Central. Un sitio de toda la vida. Ha sido y todavía es punto de encuentro de grandes músicos. Conciertos modestos pero con mucha calidad. Un lugar que nunca debería de desaparecer. (Plaza del Ángel, 10).

10. Parque de la Constitución. No tiene nada demasiado espectacular, pero me parece un rincón muy simpático. Está junto al Museo de Ciencias Naturales, que adoraba de pequeña. Ahora no entro deseosa de ver el enorme esqueleto de Tiranosaurio Rex, pero sí pido algo en el quiosco exterior. Sentada aquí tienes la sensación de estar fuera de la ciudad.