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Iniciativa propone consultas sobre la sanidad y la gestión del agua

Los ecosocialistas reclaman también que haya referéndums para derogar leyes y que la ciudadanía participe en la redacción de antreproyectos

Joan Herrera, en el centro, en un acto en 2014.
Joan Herrera, en el centro, en un acto en 2014. Massimiliano Minocri

Iniciativa per Catalunya (ICV) aboga porque la democracia no se limite a votar cada cuatro años y quiere dar voz a la ciudadanía para que participe en lo que llaman “un proceso radicalmente democrático e inclusivo”. Por eso quieren que se consulte a la población sobre temas fundamentales que afectan a su vida cotidiana, como el sistema de salud, el modelo de gestión del agua o la energía (ahora en manos privadas en la inmensa mayoría de ciudades) o la Renta Garantizada de Ciudadanía.

El documento de debate que aprobarán los ecosocialistas este fin de semana en su convención nacional de Sabadell aboga también por elaborar una ley de referéndums de carácter revocatorio que permita a la ciudadanía, llegado el caso, anular leyes aprobadas por el Parlament. Para ello se reclama la modificación de la ley de referéndums del Estado o el traspaso de competencias a la Generalitat. En esa apuesta por ampliar la calidad democrática, ICV propone también una acción integral contra la corrupción con una ley catalana propia.

Con la misma intención de aproximar la política a la población y combatir el desapego que ha derivado en nuevos movimientos políticos, ICV sugiere que la ciudadanía participe en la elaboración de anteproyectos de ley. No serían temas menores o anecdóticos, sino en la legislación que afecten al desarrollo de las libertades y derechos fundamentales, el sistema electoral, la ordenación territorial o las infraestructuras, entre otros.

Al margen de esas cuestiones, la formación liderada por Joan Herrera aboga porque el Parlament elabore una Constitución que huya de la tutela de las Cortes generales y no se pueda recurrir al Tribunal Constitucional. También se reclama que Cataluña tenga competencias exclusivas en todos los ámbitos, excepto en aquellos que decida compartir con el Estado. En otro apartado se propone un sistema de financiación basado en el concierto económico y solidario, al estilo del País Vasco y Navarra.

Los ecosocialistas apuestan claramente por acabar con el café para todos, ni siquiera bajo el paraguas federalista, porque “no resolvería la cuestión catalana, tampoco la vasca y la gallega”. La relación entre Cataluña y el Estado español que proponen es “de igual a igual, de soberanía compartida”. En otro apartado se propone que la Constitución Española reconozca el derecho a decidir, de manera que se regulen por ley la posibilidad de secesión de una parte del Estado si se aprueba en referéndum.

ICV, donde cohabitan federalistas e independentistas, sigue sin apostar claramente por ninguna de las dos opciones y dice que la sociedad catalana es más plural que todo esto y que la foto fija actual puede cambiar en Cataluña y España. Por eso, añaden, cualquiera de las dos opciones debería asumir los principios de la autodeterminación, la negociación y el pacto bilateral con el Estado.

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